27 abril, 2024
The Pink Tones siguen cosechando éxitos en la Sala Custom

Sala Custom, 10/04/2015

Fotografías por Juan Antonio Gamez

El fenómeno de los grupos tributo se sigue extendiendo por las salas hispalenses. La dificultad  a la que estos músicos se enfrentan es grande, y sus fracasos, pocos, teniendo en cuenta el riesgo que corren. Los grupos tributo a Pink Floyd lo llevan más crudo; a lo complejo de la música de los ingleses, se le añade un componente visual que estos desplegaban desde el principio de su carrera, con aquellas lisérgicas proyecciones que acabaron en cerdos volantes (metáfora de lo imposible), aviones estrellándose, muros entre los músicos y el público… Otra historia, en realidad, a la que estas bandas han de poner atención.

Entre los grupos patrios tenemos a The Link Floyd, a los que estamos deseando de ver, y a The Pink Tones, que nos ofrecen un concierto cada año (o menos) en la sala Custom, y con éxito de público. La aproximación del grupo a la música de Pink Floyd la definen ellos mismos así: “No nos sentimos un grupo tributo, y al igual que una filarmónica interpreta Mozart, nosotros interpretamos Pink Floyd”. Claro, que con sus diferencias, claras y enriquecedoras de unas canciones que los fans conocen tanto que podría llegar a ser algo tedioso. Por un lado, hay un cuidado exquísito en recrear el sonido lo más detalladamente posible. Por otro lado, el repertorio no sigue el de los conciertos clásicos de Pink Floyd. Aquella noche sonaron la práctica totalidad de los temas de The Dark Side of the Moon, Animals y Wish You Were Here, entrelazando temas del primero, haciendo exactos y satisfactorios cortes de los otros dos. Ante tal repertorio y ejecución, pocos pudieron echar de menos la suite de Atom Heart Mother.

Hubo momentos de euforia con “Shine on You Crazy Diamond” y “Wish You Were Here”. Siempre es una sorpresa que una banda se atreva a interpretar “Celestial Voices”, la sección final de “A Saucerful of Secrets”, y “Echoes” es un momento emocionante en todos los conciertos que hemos vivido en la Sala Custom… Por supuesto, no podemos dejar atrás “The Great Gig in the Sky”, demostrando el poderío vocal que, inevitablemente, The Pink Tones tienen que desplegar. Mención especial a Belén Gómez. Si nos pusiéramos excesivamente exigentes (o siendo justos, en realidad) echamos de menos de nuevo un tema, al menos, de la época de Syd Barrett, o el single de presentación del último álbum rescatado, completado y ensamblado del olvido, The Endless River, es decir, “Louder than Words”. Hubiera sido más interesante que “High Hopes”, que palideció en contraste con el resto del impecable recital. Bajo la atenta mirada luminosa de un profesor hinchable, los tormentosos temas de The Wall, “Another Brick in the Wall” (sus tres partes seguidas), “Run like Hell” y “Comfortably Numb” (¡ahí es nada!) cerraron otra noche memorable.

Mientras que Álvaro Espinosa (guitarra, voz y Theremin) se mete en un proyecto que nada tiene que ver con Pink Floyd (The Sleeping Philosophers), los posters de Julio Díaz de Rada seguirán adornando Sevilla durante un buen tiempo perdiendo el color hasta que un día, un señor con brocha y pegamento nos anuncie que vuelven The Pink Tones. Ya veréis.

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