26 abril, 2024
Lo que al principio parecía que iba a estar a medio gas terminó llenándose al completo y creando un ambientazo digno de los mejores clubs de la ciudad en sus mejores épocas.

27/12/2014

Llegaron las navidades a Sevilla y una de las cosas buenas que traen siempre son que las noticias buenas ganan algo de terreno con respecto a las consabidas malas.

Una de esas buenas nuevas fue el anuncio de la fiesta del 5º aniversario del carismático sello Happy Place Record. En él podemos encontrarnos grandes nombres que no han parado de sonar este año. El Pájaro, Pelomono, Ohmycat!, Miraflores, etc. Todos o casi todos con discos nuevos este año. Así que una reunión de todos ellos era una oportunidad que ni mucho menos nos íbamos a perder.

Tema de controversia. ¿Por qué ponen en las entradas las 9:30 o las 10:00 como hora de comienzo si después empieza a las 11? Vale media horita antes, ¿pero tanto? Bueno, nosotros (y la inmensa mayoría de la gente) sabíamos a lo que íbamos así que aquello no empezó a llenarse hasta pasadas las 11:30.

Lo que al principio parecía que iba a estar a medio gas terminó llenándose al completo y creando un ambientazo digno de los mejores clubs de la ciudad en sus mejores épocas.

Los primeros en aparecer, aunque no sobre el escenario, fueron los componentes de Surrounders. Uno de los grupos que más nos ha gustado descubrir este año, y cómo no, fue sobre las tablas del Nocturama. Su sonido se engloba dentro de ritmos como el bluegrass, oldtime, ragtime y delicatessen americanas de ese tipo. No somos parciales en temas así, pero realmente estos sevillanos le han pillado el punto a esos estilos. Si aun no los has visto, realmente disfrutarás como un niño pequeño con su música.

En la fiesta de esta noche volvieron a sorprender tocando entre el público. Nos recordaron un poco a la banda que amenizaba entre conciertos en el último Imágina Funk aunque tenía su punto poder escucharlos a menos de medio metro de nosotros. Personalmente me hubiera gustado más sobre el escenario con todo el potencial que poseen, pero sobre gustos.

No tuvimos que esperar mucho para que los enmascarados de Pelomono hicieran de las suyas sobre el escenario. A estas alturas no creo que quede nadie que no sepa quién se haya tras esas máscaras, pero si aún queda alguien, desde luego no voy a ser yo quien les desvele la magia. Lo único que puedo decir es que ese rasgado de guitarra infinito es bastante conocido en “la ruta de la plata”…y no digo más. En apenas unos meses los hemos visto en FunClub y Nocturama, pero son de esa clase de grupos (dúo) que te dejaran boquiabierto cada vez que los veas. Su sonido es sucio, casi doliente, parece mentira que tanta sonoridad pueda salir de tan solo dos personas. La sala se hace pequeña para contener tanta instrumentación llevada al límite. No cantan, da igual ni falta que les hace, su folk/rock arrastrado y psicodélico lo inunda todo.

Pasamos de la 1 de la madrugada y Miraflores toman el relevo sobre el escenario. La sala está a reventar a estas horas, menos mal que hay que recorrer poco espacio hasta la barra y encima te atienden enseguida. La bebida es esencial en estos momentos. Hay que hidratarse que aún queda mucha noche por delante y estos tipos no han hecho más que comenzar. Su rock transguesor, duro y potente no deja títere con cabeza. Es el momento de evadirnos por completo y dejarnos llevar por la marea creciente. Ya da igual qué hora es, o qué día, estamos aquí, rodeados por una gran multitud de personas con los ojos clavados en la banda, o al menos lo que es posible entre la densa humareda que se propaga desde el escenario.

Pasadas las 2 El Pájaro, Raúl y su banda aparecen sobre la densa niebla. A lo lejos, Silvio, como siempre ojo avizor, expectante por ver en lo que se han convertido sus niños. Sonido inconfundible, ligero, sucio y tremendamente adictivo que se te mete entre pecho y espalda y apenas te deja respirar. Aquí he de decir que una gran parte de culpa de que este servidor estuviera alucinando con las bandas que han aparecido hoy se debe a la tremenda acústica que tiene la Sala X. La voz ronca del Pájaro suena más personal si cabe si puedes distinguir todos sus matices. La guitarra de Raúl suena más completa si te puedes percatar de los arpegios entre notas que como quien no quiere la cosa es capaz de sacar sin apenas inmutarse.

En definitiva, un breve repaso a los temas de Santa Leone entremezclado con algún que otro guiño al omnipresente Silvio. Vamos, una delicia. La pena fue que debido a las horas que estaba alcanzando la noche el concierto del Pájaro fuera de los más cortos. Había que dejar algo de espacio para que los chicos de Ohmycat!, que se explayaron con un set de lo más variopinto. Eso sí fue el momento culmen para que aquí no dejara de bailar nadie.

Un broche de oro a la estupenda noche en la que el sello Happy Place Record celebraba su quinto cumpleaños. Está claro que si hay un sexto este servidor no se lo pierde por nada del mundo…

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