28 abril, 2024
Última noche en el Bluescazorla 2013. Los amantes de la buena música nos lo hemos pasado en grande, sin embargo, si que hemos echado en falta algo más blues. Y esa ha sido una opinión generalizada al parecer.

23:00 Los Coronas

Con un poco de retraso sobre el horario predeterminado, esperamos ansiosos la salida de este grupo.  Y es que, aunque no lo hayamos escuchado nunca en directo, la descripción que hemos leído de su música es tremendamente incitante:

“Hacen un repaso al espíritu de los spaghetti westerns, las cabalgadas de Curro Jiménez o los documentales de surf de Don Brown, renovando y reinventado el género del surf instrumental”

Con una musiquilla que recuerda a las pelis de vaqueros, apalabrados con camisa negra country, vaqueros y sombrero de Sheriff blanco aparecen en escena.

Hoy es el día grande del festival y eso se nota en la gente que abarrota la plaza.

Sin mediar palabra y sin apenas dejarnos respirar, el ritmo Tarantino y su Pulp Fiction toman la escena. Con ese carácter agobiante, denso, avasallador, con ese toque a feria de pueblo y a chile con carne.

Trompeta (Yevhen Riechkalov), dos guitarras (Fernando Pardo y David Krahe), bajo (Javier Vacas) y batería (Roberto Lozano Loza).

 3 temas han tenido que pasar para poder escuchar las primeras palabras:

“Sabíamos que veníamos a un festival de blues pero cuando vimos la plaza de toros nos dejamos llevar”

Un grupo completamente instrumental que se permite hacer covers de “tengo el corazón contento el corazón contento….” Donde, evidentemente, somos nosotros los que cantamos a grito pelao. U otro de Los Ramones, con un batería que como ellos mismos apuntan toca de pie.

Es el propio batería el que se arranca a cantar en el primer tema no instrumental de la noche, echándole un morro que te lo pisas y contagiando un calor que se te sube por las piernas y hace que corees el estribillo y te muevas sin poder evitarlo.

El guitarra maneja muy bien los pedales, creando 2 o 3 capas con soltura, mientras el bajista marca un ritmo endiablado que imprime velocidad y consistencia a la composición.

Estoy seguro que esta música debe de estar prohibida en muchos países del mundo, porque aunque no digan una palabra, es música del demonio. Es pura pasión, puro roce y chulería.

Es una apuesta muy arriesgada la de ser completamente instrumental. De hecho, como ellos mismos nos cuentan, al principio en España no consiguieron nada, y fue tras viajar por medio mundo cuando por fin alguien pudo ver el potencial y la calidad de esta agrupación.

Que si bien no tienen ninguna pieza hit que destaque sobre las demás, si que forman un grupo compacto y de muy alto nivel.

Sobre un cover de Tarantino retan al trompetista a tocar el tema con ritmo de pasodoble marcado por el bajista SIN meter a Paquito el chocolatero. Que conste que el trompetista es ruso, pero muy aficionado a ese tema, por lo que se ve. Evidentemente, entre risas y aplausos al final no lo puede evitar.

Y llegamos al tema que han estado tanteando toda la noche, al de Kill Bill. Magistralmente interpretado. Que enciende los gritos y los saltos compulsivos de toda la plaza.

Los covers se suceden siempre pasados por su tamiz, por su filtro, que los depura dejándolos en su esencia, para posteriormente ir añadiendo capas y capas hasta crear una composición superpuesta llena de ritmos e instrumentos que maravillosamente siguen manteniendo la esencia del tema original.

Se despiden con los «Pilares del rock”  entre un mar de manos que se mueven a derecha e izquierda. Un espectáculo digno de ver. Grandes.

00:30 George Thorogood & The Destroyers

Después del maravilloso descargue de adrenalina que acabamos de sufrir llega a los escenarios del festival toda una leyenda.

Con guitarra inalámbrica y con cinta en el pelo al mas puro estilo Keith Richard.

El concierto comienza con “It´s a rock party tonight”. Parece que se ha picado un poco con sus predecesores.

Tras unos compases nos percatamos que este hombre parece como sacado de otra época. De la época de los Rockstar. La pose, la pinta, el tipo y su manera de moverse, es simplemente genial.

Recorre el escenario de una punta a otra entre carreras con total familiaridad, como si fuera el salón de su casa. Sacando la lengua y dirigiendo miradas lascivas a las chicas.

El rock oscuro y transgresor es su aliado. Su guitarra su mejor arma y su voz la mejor intimidación “Nasty things, dirty things, bad things».

Rock con vibraciones de guitarra amaestrada, que fusiona el hard rock con el country con gran versatilidad, y con un público entregado.

Durante la actuación George ha ido perdiendo las gafas, la cinta del pelo, y sin embargo, ha ido ganando adeptos para su secta. El foso abarrotado vibra con sus estridencias y sus punteos.

El cambio de guitarra le ha servido como excusa para sacar todo su saber en cuanto a slides y demás trucos variados.

El rock&roll clásico también tiene cabida esta noche, aunque algo carente de fuerza.

Es un “divo”, lo sabe, lo disfruta y lo transmite. La voz puede que no sea lo que era pero por su guitarra no pasan los años, y eso se siente.

Final a lo grande con un rock&blues para despedir a una plaza entregada.

Últimas palabras: “Adiós amigos, vayan con Dios” y en español.

2:00 Otis Grand

Se presentan con saxo y trompeta bajo la línea del suffle. A lo que le sigue una cadencia de ritmos calientes que sirven como presentación al gran Otis y su guitarra.

Su estilo nos recuerda mucho a Mannish Boys, quizás arrastrando un poco más las notas.

Sus primeras palabras: “Are you ready for the blues??

¡¡Por Dios y tanto, llevamos esperándolo toda la noche!!

Y los primeros acordes rasgan la noche como un puñal, dejando un hilo de tristeza y muchos sentimientos encontrados dentro.

Que estilos más distintos el de George y Otis, y sin embargo, aquí nos ves, vibrando con George y saltando de alegría con Otis.

Si bien toca distintos palos, como el rithm&blues, el blues de Luisiana, el de New Orleans, todos tienen una fuente raíz a Georgia.

El blues evoluciona, como todo en esta vida, pero hay que tener claro de donde partimos, y hay que ponerlo siempre en su merecido sitio.

Ya sea al borde del escenario o entre la banda, sólo en un parafraseo agudo o acompañado en acordes y tonalidades su actuación es puro espectáculo.

Con covers de su hermano y maestro BB King se mete al público en la manga.

Es la 3ª vez que lo vemos visitar Bluescazorla y la comunión con la gente es innegable. El clímax llega cuando tras verlo desaparecer por uno de los laterales del escenario, lo volvemos a ver entre la gente, hundiéndose entre la multitud.

Curiosamente, el concierto pierde intensidad cuando llega la hora de presentar los temas de su último trabajo. Pierden algo de personalidad, sentimiento e improvisación, algo esencial en el blues. Suena como enlatado, demasiado medido y encorsetado.

A pesar de todo, ha sido de los pocos que ha conseguido pasarse de su horario, y para terminar nos regala un boggie para deleite del personal. Se le ve muy metido y feliz. Está claro que no quiere irse. Y si fuera por nosotros está claro que no se iría.

4:00 The Milkyway Express

Lo primero que sorprende ver en el escenario es un Sitar. Lo que ya puede ir indicando a los que no conozcan a este grupo que esto poco va a tener que ver con el blues.

Precisamente el sitar es el hilo conductor en la presentación que junto a la armónica se va tornando en un rock&blues. De repente el guitarrista se queda sin sonido. Y parece ser que tarda en arreglarse. Mientras el resto de la banda se defiende con una armónica sucia, con olor a polvo y ruido de tren.

Tras varios minutos de desconcierto, parece que por fin vamos a poder empezar como dios manda.

El rock duro de “One day in summer”  hace su aparición y despiertas a los más muertos, a los niños que duermen plácidamente y a todos sus espíritus veladores.

La caja de la batería retumba en nuestras costillas pero desde dentro. La armónica nos araña los oídos y la guitarra enciende nuestro fuego interior. Esto es puro rock en esencia.

El cantante, Charly Yañez, tiene un timbre genial para estas lides, con fuerza y carácter como para sacar gritos del gentío.

El estilo lo podríamos precisar diciendo que el rock sevillano lleva existiendo muchos años, y The Milkyway son claros bebedores de todo ese largo camino. Si a todo eso le unes Jim Morrison y lo agitas ya lo tenemos.

Los medios tiempos también tiene cabida con banjo y guitarra clásica uniéndose al grupo. Podrían pasar perfectamente por un grupo americano en toda regla, pero esto es otra historia, quizás con más mérito por el valor añadido de no tener donde mirar.

Coger el rock sevillano y llevártelo al otro lado del charco no es tarea fácil. La opinión popular de los que nos rodean es que es la gran sorpresa de la noche.

El recinto abierto de la plaza de toros le sienta genial al grupo ya que los sonidos se distribuyen por el aire literalmente, sin estar encorsetados por las paredes de una sala.

Come back home” o “The ballad of the last breath” recalientan el aire de la madrigada, haciéndolo denso e irrespirable a ratos. Sin embargo, es con todo el ritmazo del mundo con el que terminan el concierto, como debe ser.

Son las 5 y pico de la madrugada y esto se acaba señores.

Un festival el de este año que ha tenido una gran diversidad de opiniones. Los amantes de la buena música nos lo hemos pasado en grande, sin embargo, si que hemos echado en falta en esta ocasión más blues. Curiosamente veníamos al Bluescazorla y hemos escuchado más rock que blues.

Aun así este festival se está convirtiendo cada año en una cita más que ineludible.

Crónicas de los otros días:

Jueves Parte 1 y Parte 2

Viernes tarde

Viernes noche

Sábado tarde

About Author

DEJANOS TU COMENTARIO

Loading Facebook Comments ...

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.