28 marzo, 2024
Una noche mágica en la que pudimos asistir a otro conciertazo de Janiva, y a los no menos sorprendentes Little Mike y Nine Below Zero

23:00 Little Mike & The Tornadoes

Empiezan los conciertos nocturnos con un pequeño retraso.

En primer lugar salen al escenario “The Tornadoes”, con una presentación a bajo, guitarra, batería y sobre todo armónica. Una armónica que servirá de apoyo a la aparición estelar de Little Mike.

Con un sonido limpio y claro, elegante y contundente, refrescante y amplio arranca los primeros aplausos de la noche.

Tras una presentación donde cada instrumento ha tenido su minuto de gloria, llega el gran Little con una voz arrolladora.

Recuerda a esas viejas grabaciones de estudios tan emblemáticos como “Sun Studios”, donde el blues no era cosa de blancos, no era región de profano.

Y este neoyorkino se mete ahí sin avisar, sin anestesiar.

“Forgive me” de su último trabajo nos trae un dolor gustosísimo de armónica que se permite incluso el lujo de mostrarnos el sonido que hace el viento al pasar por su garganta.

[one_half]Y si a eso le añadimos el virtuosismo de un guitarrista, al que ya pudimos ver hace unos meses con  James Harman, que lo siente y lo transmite casi como por arte de magia, pues te puedes imaginar.[/one_half]

Quizás L. Mike arriesga mucho con su voz, a veces incluso demasiado. Hay altos que le son imposibles de alcanzar. Pero eso no impide que llegue a ellos con su armónica. A mí me parece haber escuchado alguna nota aún por descubrir…

Lo mismo se pasea por el blues con tintes contemporáneos de su último trabajo, que nos regala un “Baby rock with me tonight” que te pone los pelos de punta.

Esto es lo que hemos venido a ver. Lo que todos los amantes de este gran festival estábamos esperando. Todo lo anterior no ha estado nada mal, pero sinceramente, este año ha ocupado más espacio del educadamente correcto.

[one_half]Los que estamos aquí, lo que no están pero lo desearían y los que tristemente ni saben que esto existe, seguro que esperábamos este sonido a Blues de raíces. El Blues escrito con mayúsculas.[/one_half]

L.M. nos conmueve con una canción dedicada a su madre que interpreta al teclado. Para este tema, Jose Luís Serrano se coloca a la armónica.

Y como una imagen vale más que mil palabras, de regalo un video. ¡¡Esto es Cazorleans señores!!

«Tenéis que bajarle el volumen verá como se escucha mejor»

00:30 Janiva Magness Band

Es presentada nada menos que por Carlos Espinosa, director del festival.

Supongo que todos conoceréis a Janiva. Ya sea porque habéis oído su música o porque la visteis hace unos años en este mismo festival. Además nos llega habiendo sido nominada a 5 Handy´s y llevándose 2, uno a mejor canción y otro a mejor artista femenina.

Os aconsejo que leáis un poco sobre su vida, que sinceramente es para escribir una novela.

Las penurias por las que ha pasado esta mujer no se ven para nada reflejadas en su performance.

Empieza la actuación con una intro instrumental en la que ella no está presente. Guitarra, teclado, bajo y batería se reparten el protagonismo siendo el guitarrista la voz cantante en estos primeros compases.

Los diálogos instrumentales se suceden para nuestro deleite, y la plaza se prepara para lo que ha de venir.

Todos los integrantes de la banda van ataviados con traje negro y camisa negra, como si de una banda de boda se tratase. Pero nada podría estar más lejos de la realidad. Brutales, incisivos y carismáticos, y se supone que esto es sólo el preámbulo.

La salida de Janiva es apoteósica. Con la voz rota, poderosa, con una marcha y una energía electrizante, que se extiende por toda la plaza casi instantáneamente.

Una nota, el estilismo es horrible. Un vestido muy ajustado que se pega como un guante a cada una de las partes «sobrantes» de su cuerpo. Mala elección por su parte.

Sin embargo, sus movimientos y su manera de enfrentarse con la gente de alguna manera resulta sensual y dominante, cruda y melosa al mismo tiempo.

Es de esas artistas que te mete a raudales la energía dentro de tu cuerpo. Una recuperación cardíaca y un auxilio a un ahogado, o como devolverle el oído a un sordo.

Todo es posible con esa tremenda voz.

Incluso cuando el tema es un lento podemos ver la versatilidad de sus registros. Como en “I won´t cry”. La profundidad y la fuerza que desprende en ese tema eclipsan cualquier otro pensamiento o sentimiento que puedas tener en ese momento. Avasalla, arrasa y te enreda el alma para estrujártela y sacar todo el jugo que pueda encontrar.

[one_half]Se mueve por impulsos eléctricos. La voz sale a raudales de su pecho y sus gestos espasmódicos no hacen más que acrecentar la visión enérgica de todo su ser.[/one_half]

Este es un blues comercial, que tiene bien plantas sus raíces pero que ha evolucionado en una rama a lo Muddy con influencias de los estilos, como puede ser el country, el folk o el pop.

El blues se entremezcla con timbres de soul y de gospel en las baladas, en las que el corazón respira roto y descompuesto bajo manitas de niños que se encargan de liarlo y complicarlo todo: «from the deep of my heart» como diría Michael.

«Hay mucha oscuridad en mi corazón y la música es la luz que me ilumina cada día» dice Janiva.

Bonita manera de agradecer a Cazorla el estar aquí y poder compartir esta maravillosa noche con nosotros.

Se despide con un bis ante una plaza completamente llena y entregada. Precioso concierto al que acabamos de asistir. De esos que se recordaran durante años.

2:00 Anson Funderburgh

Batería, hammond, teclado, bajo y el maestro salen desde el primer minuto para presentarse como mejor saben, con sus instrumentos.

La parte vocal del grupo se la reparten entre el teclista y el batería. Anson se limita a regalarnos historias a través de su guitarra. Suena clara, concisa, pulcra y sosegada. Una guitarra que sabe hablar del corazón, del alma, de blues y de oscuridad.

Echamos algo en falta en esta agrupación a un armonicista. También echamos algo de menos a San Myers.

Con lo poco que se mueven por el escenario llama la atención comprobar el ritmazo que tienen. Nadie en la plaza puede estarse quieto. Todo el mundo moviéndo las manos, las caderas al ritmo de swing.

A pesar de todo, el concierto se antoja un poco largo. El argumento musical no cambia mucho entre cada tema, y lo que en un principio se disfrutaba como un buen punto para calmar los ánimos después de Janiva, ahora suena algo monótono.

[one_half]Aún así tenemos muchísima suerte de ver por primera vez en nuestro país a un artista como Anson. Asiduo del circuito de blues americano, lleva en esto más de 35 años, y no es de extrañar que haya ganado multitud de Handy´s por el camino.[/one_half]

[one_half_last]Tras unos años en los que apenas hemos sabido de él, en 2011 volvió con Mill Block Blues y tras él este año ha presentado Deal With It en EllerSoul Records y Drink Drank Drunk en Delta Groove.[/one_half_last]

3:30 Nine Below Zero

Empiezan puntuales, como ingleses que son, y encima con un «good morning» con su típico humor.

Empiezan con una fuerza y una energía que, la verdad, hacía falta a estas horas de la madrugada.

Con una plaza medio llena y más gente en las gradas que en la arena necesitábamos un revulsivo como éste para poder despertarnos y volver a cargar las pilas.

2 minutos les ha bastado para conseguirlo, y a partir de ahí es como si estuviéramos a medio camino entre una película de Tarantino y Fleetwood Mac, con aquel “Homework”.

La puesta en escena es impactante. Señores de cierta edad ataviados con traje y camisa negros. Un armonicista calvo con gafas de sol a estas horas de la noche, un bajista con tupé y el guitarrista/vocalista de pelo corto y blanco, también con gafas oscuras.

El único que se sale de la línea es el batería que lleva camisa de mangas cortas.

Para terminar de enganchar al personal resuenan sus temas más famosos “Ridin´on the L&N” o “I can´t help myself”.  El sonido tremendo, el ritmazo endiablado y el carisma por las nubes. Pura adrenalina.

Incluso los temas lentos, que llegan pasado el ecuador del concierto resultan complejos, oscuros, correosos y de una profundidad insondable.

Si todo esto no estuviera apoyado por un armonicista de muy buen nivel, de un batería discreto pero efectivo y de un bajo que engloba todos los sonidos negros de la banda, no serviría de nada. Pero como nos es el caso.

El concierto termina tras una obligada presentación del grupo a eso de las 5  de la madrugada.

Han hecho una especie de repaso por su discografía más conocida, incluyendo temas como “Hootchie Cootchie Coo”, “Wooly Bully” o “Got my Mojo working”.

Lo que les ha consagrado como de lo mejorcito de la noche. Sus directos son divertidos, bailables y llenos de energía positiva. Dignos de ver. Así que si tienes la oportunidad, como no se prodigan mucho por nuestro país, desde 8pistas os aconsejamos que no os los perdáis.

 Bueno, un día lleno de cosas especiales y alguna que otra incongruencia, al menos en cuanto a cercanía musical al blues se refiere.

Nos vamos a casita con la sensación de haber presenciado grandes cosas, de haber redescubierto a grandes artistas como Little Mike o Janiva y de habernos sorprendido sobremanera con la energía y el buen hacer de Nine Below Zero.

Puesta en escena    

Sonido      

Entrega      

Empatía con el público    

Little Mike & The Tornadoes

8.5/8

9/9

8.5/8.5

9/8.5

Janiva Magness

8/8

8.5/8

8.5/8

8/8

Anson Funderburgh

7.5/7.5

7.5/7.5

7/7.5

7/7.5

Nine Below Zero

9/8.5

9.5/9

9/8.5

8.5/8

 

Dr. Charles/Esperanzamar

Crónicas de los días anteriores:

Crónicas de los otros días:

Jueves Parte 1 y Parte 2

Viernes tarde

Sábado tarde

Sábado noche

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