El arte por descubrir estuvo cerca de la Alhambra

Fotografías por Manuel Bermejo Diéguez

Luna llena sobre el Sacromonte. Frío en la calle, calor junto a la música. Junto al flamenco de las cuevas o de la imponente abadía, enclave elegido por la empresa cervecera Alhambra para unir arte y una selecta convocatoria de invitados. Nosotros entre ellos.

Sí, nos fuimos hasta Granada para contarte una fiesta donde la música electrónica con violinista incluido y un trío barroco llamado Ensemble La Danserye, hicieron las delicias del más del centenar de asistentes, que con sus mejores galas brindaron, vidrio en mano, hasta la medianoche. Hasta que nos dejaron, mejor dicho. Nadie quería irse. Y es que se estaba muy bien sentado en algún sófa charlando o degustando la cuidada elección de canapés que acompaño al líquido amarillo.

Comida, bebida y música. Tres ingredientes que no suelen fallar cuando se mezclan. Pero que aparte estuvieron acompañados por las manos de un mago que a base de íntimos trucos, regaló ilusión a los asistentes. Así, fácil. Cerquita desaparecían y aparecían pequeños objetos. Las caras de incredulidad y la concentración de algunos por pillarle el truco. No lo consiguieron. La ilusión venció como (casi) siempre a la razón.

Aunque para mago el japonés Yoshio Yamasaki, que en lo que duró la velada (tres horas) convirtió un gran lienzo blanco impoluto en un gran botellín verde de Alhambra que parecía salirse del cuadro con su pintura al óleo. Pasábamos boquiabiertos junto a él, que agachado iba convirtiendo brochetazos en eso. En arte.

Fue una noche de arte. De #ArtePorDescubrir era precisamente el lema de la fiesta, así que hicieron honor a la fusión de diferentes artes: musical, gastronómica o pictórica, entre otras que se dieron cita en la Abadía del Sacromonte, engalanada para la ocasión. Para esta oportunidad de admirar el arte de por descubrir.

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