‘El color de agosto’ se estrena en el teatro Viento Sur

El color de agosto, primera obra de la compañía Matiz Teatro, se estrenó el pasado fin de semana en la sala Viento Sur, en Sevilla. La primera pieza de la joven fundación teatral debutó en Málaga con gran acogida, y será parte del programa sevillano Estrénate del CICUS.

Matiz Teatro es la compañía fundada por María de Vicente y Rebeca García el pasado año 2019. Tras un gran esfuerzo, ambas actrices, con amplia formación y experiencia, se volcaron en el montaje de su primera obra, El color de agosto. El texto es de la dramaturga Paloma Pedrero; la versión y dirección de la pieza corren a cargo de Leticia Barrios. Tras debutar en Málaga con gran acogida, compañía y obra se han estrenado en Sevilla el pasado fin de semana. Fue en el teatro trianero Viento Sur, una escuela de dramaturgia y sala de espectáculos muy familiar y competente, la cual lleva a cabo programaciones semanales muy interesantes en las que se apoya a grupos jóvenes y, en su mayoría, andaluces.

El color de agosto, con una duración de 70 minutos, es un drama sobre la amistad. La historia trata sobre dos amigas que llevan seis años sin verse y a las que contrastes como el éxito y el fracaso, el amor y el desamor o la riqueza y el conformismo han alejado a la par que, irremediablemente, mantienen unidas por una fuerte atracción. Estas tensiones interaccionan sobre el escenario, mostrando distintas caras de las dos mujeres protagonistas. El ritmo de la pieza es rápido, precipitado por el alcohol que consumen, y el público es testigo de evoluciones y desencuentros forzados que le hacen sentirse inquieto en el asiento.

Lo más difícil es romper el hilo, el hilo que te une a esa persona.

Las actrices brillan en la plenitud de una escenografía casi inexistente, formada básicamente por dos cuadros colgados, un caballete y una mesa baja rodeada de cojines. María de Vicente y Rebeca García demuestran su fuerza sobre el escenario, mostrando valentía ante un texto raudo y complejo con unas exigencias altas a nivel corporal. Las voces y la claridad de su proyección son elementos a resaltar como característicos.

No mientas: he cambiado, tú has cambiado. Estás más alta, más estirada.

La obra habla de dos mujeres con conceptos opuestos sobre el éxito o la felicidad; son dos amigas con toda una vida juntas como pasado, pero con muchos temas incomunicados a lo largo de la relación. Ambas actrices se mueven con decisión y soltura en escena, interactuando entre ellas con naturalidad y trasladando al espectador al interior de una amistad llena de huecos, en la que no faltan las pullas y las heridas abiertas. Las acciones y las palabras se vuelven violentas en algunos momentos y es quizás ahí cuando las intérpretes se mueven con más comodidad.

Solo pude empezar a respirar cuando te largaste.

La historia juega con el concepto de sinceridad, acrecentado por el alcohol, que no solo imprime a la obra ritmo y tensión sino que, asimismo, acelera los instintos de las dos protagonistas. La relación salta de la dulzura y la melancolía a la violencia que oculta la verdad, una profundidad que las actrices logran transmitir gracias a la complicidad que comparten sobre las tablas.

Es interesante el juego de luces, sobre todo a la hora de experimentar con la presencia de la luz ultravioleta, que resalta las razones ocultas y las heridas aún presentes entre ambas. El público se mantiene atónito ante los cambios bruscos en la relación, aunque la violencia está constantemente presente en la incomunicación que las une. El color de agosto es, sin duda, una obra para reflexionar sobre los límites entre las personas; sobre la envidia, la idea del éxito y del amor.

Aún me necesitas.

La obra podrá verse el viernes 7 de febrero en el Auditorio CICUS, en Sevilla, a las 20 horas. Puede encontrarse toda la información al respecto en el siguiente enlace:

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