27 abril, 2024
Es, junto a Philip Glass, Max Richter o Wim Mertens (que también nos visitará en junio), uno de los mayores exponentes de la música minimalista, y estuvo en Sevilla para sentenciarlo.

Auditorio del Espacio BOX, 6 de mayo de 2016

Es, junto a Philip Glass, Max Richter o Wim Mertens (que también nos visitará en junio), uno de los mayores exponentes de la música minimalista, y estuvo en Sevilla para sentenciarlo.

Este compositor y pianista británico, lanzado al estrellato gracias a la su hit internacional de “El Piano”, no visitaba nuestra ciudad desde hacía al menos una década. Forma parte de una corriente de artistas contemporáneos que se negaron a dejar morir la tonalidad, dirección en la que se movía la nueva música culta, y consiguieron conectar con el gran público, popularizándose también gracias a sus numerosas contribuciones para el cine.

Antes de acceder al auditorio, se nos obsequió a los asistentes con una copa de champán, todo un detalle por parte de los organizadores de este nuevo Espacio BOX (antiguo cine IMAX de la Expo), de ambiente y estética futurista con personal muy atento. Detalles que dejan claro el toque de distinción que quieren alcanzar en su recién inaugurada andadura cultural.

El auditorio, con capacidad para unas 500 personas, se llenó por completo.

La introducción corrió a cargo de unos mensajes de estilo consola de ordenador proyectados en la pantalla. En el escenario, un piano de cola amplificado esperaba al maestro, que hizo su aparición con su ya típica indumentaria de colores oscuros.

Nyman dio un recital de música ininterrumpido, enlazando unos temas con otros sin dejar lugar a los aplausos. Iba tirando las partituras al suelo elegantemente tras ejecutarlas, creando un collage de hojas a sus pies. No había programa de mano con el setlist, y gran parte de la audiencia se quedó con las ganas de saber a veces qué es lo que sonaba exactamente.

Abrió con la evocadora “Debbie”, de la banda sonora de “Wonderland”, dándonos una pista de que el concierto iba a centrarse en su música mas reciente para el cine (y menos minimalista). Y así fue, regalándonos pasajes de tempo pausado, donde primaba la melancolía, las melodías flotantes, pero también la aventura e incluso el caos. No faltaron temas extraídos de “Gattaca”, “The Libertine”, “The Claim”, y por supuesto de “El Piano”, que dejó para el final, interpretando una pequeña suite de sus cortes mas memorables. El insistente público hizo volver a Nyman al escenario hasta en tres ocasiones, y es que la escasa hora de duración del concierto dejó a muchos con ganas de más.

Al no contar con orquesta o cantantes para la ocasión, algunas de las piezas eran reducciones para piano, que se recogen en su doble álbum “The Piano Sings” – editado bajo su propio sello “MN Records” – donde desnuda muchos de sus éxitos dejándolos en su esencia original para piano. Este CD, entre otros, se encontraba a la venta a la salida del auditorio, donde Nyman firmó discos al terminar el concierto rodeado de sus incondicionales fans. Este original creador incansable es lo más parecido que tenemos a una estrella del rock en el mundo de la “nuevas músicas”, una etiqueta que – todo hay que decirlo – se queda ya pequeña a estas alturas.

El ciclo Avantclass del Espacio BOX continuará con la violinista Sarah Neufeld el 11 de mayo, y con el belga Wim Mertens el 3 de junio.

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