Merche en el Lope de Vega «La sensible fusión de sus nuevas letras»

Fotografías y texto por Nuria Sánchez

En la mente de todos los que acudieron el pasado 12 de enero al Teatro Lope de  Vega de Sevilla, seguro que existía un espacio reservado a la música que estaban apunto de presenciar. Y aunque viniendo de parte de ella uno ya pueda sacar sus propias conclusiones sin siquiera asistir a ninguno de sus conciertos, lo que Merche prometía dentro de su nueva aventura musical se hizo evidente desde que un altavoz anunciara el arranque del espectáculo. Pero las ganas llegaban desde el exterior. Antes de que la principal del teatro se abriera ante sus fans, ya se respiraba en el ambiente las ganas de los que la siguen allá donde vaya su música. Eran las 20, 00 horas y todos los que allí se encontraron guardaban algo en común.

En el tiempo de un café, los asientos se poblaron y las voces alcanzaron el techo. Todo estaba lleno, menos el escenario. Las entradas para ver a la gaditana, parecía, no habían tardado en encontrar dueño. Dueños de todas las edades. Quizás lo que sorprendía era precisamente eso. Miraras a dónde miraras, nunca serías testigo de un grupo homogéneo de seguidores. Detalle que comenzaba a señalar que sus letras serían aptas para todos los públicos.

Como siempre ocurre antes de que se haga la luz, se apagaron suavemente los colores mientras que un altavoz anunciaba lo que muchos pedían a gritos: comienza el espectáculo.

Arriba el telón, la profundidad del escenario se vistió de repente, y el silencio dejó que la voz de la cantante inundara el espacio. Si «antes de» las vistas eran perfectas, ver a Merche acompañada de sus músicos en lo que iba a ser un concierto, cuanto menos, emocionante se volvía a cada minuto de música algo brillante. Ya sabemos el empeño que la artista pone en cada letra que hila, en cada compás con que recrea la situación perfecta.

La puesta en escena arrancó con temas de su nuevo trabajo. Canciones como Te espero cada noche o Dos Amigos no tardaron en hacer al público seguir el ritmo al pie de las letras. Todas ellas con el mismo sentimiento de siempre. Porque si algo define a nuestra protagonista es la vida que emana de su repertorio. Con Todo llegará consiguió la paticipación activa de su público, fiel reflejo de la fidelidad que le llevan dedicando durante estos numerosos años de carrera. Estaban a ahí para demostrarle que seguían con ella como el primer día. Con el final del primer pase, la artista se emocionó. Y es que la canción que lo concluía terminó con las palabras de uno de sus ‘Merchitos’ – como ella les llama – : ¡Eres lo mejor que ha dado la música!

Como la buena profesional que no olvida de dónde viene, al recorrer temas como Todo es mentira o Sólo Tú, anuncia que ya es hora de recordar los grandes éxitos que han hecho de ella y de su música quien es hoy, sin antes detenerse a abrir su corazón es un escenario que se había vestido de gala para recibir la Nana  compuesta para su hija, de un año de edad. Entregada en cuerpo y alma, no canta, transmite a flor de piel. Llora y ríe. Vive cada estribillo y se reconoce como la madre más feliz del mundo.

Llegado el momento de la verdadera acción, anima a que todos se pongan en pie, a que vivan el final de la noche como a ella le gusta, saliendo por la puerta grande. Asientos vacíos y gente a pie de escenario, hace mención a su madre, que hoy le acompaña. El teatro ya era suyo y de todos los que ella misma define como parte de su familia: su público, sin el cual reconoce que no podría haber llegado a ser lo que hoy canta.

About Author