ARCTIC MONKEYS
“AM” Domino/Pias
Está muy bien escogido el nombre del quinto álbum de los Monkeys. Desde que el ritmo de batería electrónica de “Do I Wanna Know?”, segundo single extraído, abre este trabajo de forma reposada, pero tenaz, hasta el último tema, no deja de flotar un indefinible aire de nocturnidad (y alevosía).
Alex Turner, que a estas alturas está hecho un experto en lo suyo, presenta un catálogo de canciones lo bastante variado y coherente como para no desmerecer en absoluto con su pasado. De hecho, el resultado no sólo está a la altura de lo esperado, sino que en ocasiones es brillante. Con esos riffs de guitarra aparentemente lineales, pero que juguetean con tu cabeza y te rompen los esquemas en un punto determinado. Hay bastantes momentos de nervio, como en el primer single “R U Mine?”, con coros en falsete marca de la casa y la batería de Matt Helders con permiso para “ser él”; sin embargo, la tónica dominante del disco es la fuerza contenida y latente, oscura y peligrosa de una noche para olvidar a esa zorra que nos rompió el corazón.
Sí, parece que Turner ha sufrido de amores últimamente. El muchacho se gasta ahora una pinta de pardillo chungo, a medio camino entre otro Turner abandonado, Ike, y un Serge Gainsbourg que follase poco. Va de marcha con sus colegas a coger una buena curda, aunque en su interior se rompe. La salida más digna es coger una guitarra y escribir doce canciones como las que aquí no ocupan. Es la mejor opción, claro.
Hay agresividad en este disco. ¿Es la presencia de Josh Homme, de los muy rockeros Queens Of The Stone Age, en un par de temas? Quizá, pero esa agresividad no se canaliza, o muy raramente lo hace, en forma de virulencia interpretativa, sino en el tono. En la presencia de nubarrones que presagian una tormenta de verano. En el sonido, que en algún corte me ha recordado la mezcla de Lars Stalfords para otro disco eminentemente oscuro: “Noctourniquet”, de los sensacionales The Mars Volta.
También hay una impronta rockera reconocible en “One For The Road”, con algún aire a lo Rolling Stones, o en “Nº 1 Party Anthem”, que de forma genial conjuga al mejor Elton John, o a John Lennon, con ilustres nombres más recientes como Blur u Oasis. La década de los 60 anda por aquí en la producción de los coros (esos oh la la las de “Mad Sounds”), los órganos, las guitarras (“Why´d You Only Call Me When You´re High?”, tercer single), aunque los ritmos típicos de Arctic Monkeys, con esa cualidad mecánica tan característica, siempre lo enmarcan todo para que no podamos hablar de pérdida de identidad. “Fireside” aporta unos teclados más ochenteros, “Why´d You Only Call…” juguetea con el rap, “Knee Socks” se acerca al soul, pero la personalidad de la banda se impone a estas etiquetas en forma de estribillos coreables y en ocasiones facilones, de guitarras caprichosas, con hipnóticos pizzicatos.
“I Wanna Be Yours” pone término a esta ronda nocturna con una caja de ritmos que podría estar en un disco de Fugees y que a base de voces celestiales entra en un trance pseudo-religioso. Gran final, cargado de atmósfera, para un disco que es en sí mismo un estado de ánimo muy especial, como esa portada en la que lo único que nos separa de la más completa oscuridad es el eco eléctrico de un dolor y un anhelo, peligro y salvación a un tiempo: el arco voltaico de unas curvas femeninas. Las mismas que nos han arrojado a ella.
[learn_more caption=»Tracklist»]
1. «Do you wanna know» 4:32
2. « R U Mine?» 3:20
3. «You’re so Dark» 3:26
4. «Arabella» 3:27
5. «I Want It All» 3:04
6. «No.1 Party Anthem» 4:03
7. «Mad Sounds» 3:35
8. «Fireside» 3:01
9. «Stop The World I Wanna Get off With You» 2:42
10. «Snap Out of It» 3:12
11. «Knee Socks» 4:17
12. «I Wanna Be Yours» (Turner, John Cooper Clarke) 3:04[/learn_more]
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