
Después de casi tres años de espera, más de setecientos conciertos y una última gira por los EEUU, el pasado 4 de Mayo, desde los JJ Golden Estudios en California (Calexico, Depedro…) veía la luz el nuevo álbum de la banda Indie-Folk Sleepwalker´s Station.
La formación más cosmopolita del momento apunta fuerte con una propuesta original en forma de 14 canciones que nos llevan a recorrer el mundo en 56 minutos.
Su música es un vivo diario de viaje, indicado para aquellos que se atrevan a desgranar sus textos escritos en cinco lenguas y cuatro dialectos, mientras se dejan envolver por la atmósfera suave y sosegada del que es su sexto álbum de estudio.
Lorca (Timezone Records, 2018) es el resultado de un proyecto musical liderado por Daniel del Valle, cantautor y músico que junto con otros 12 componentes forman esta banda independiente, activa desde 2011.
Hasta un total de 22 músicos de todo el mundo se suman con motivo de esta colaboración especial para crear a un álbum multilingüe y cosmopolita “pero de raíces profundas”, que ha viajado desde Islandia, pasando por Baviera, Berlín, Suiza, Emilia Romana, Cataluña y Andalucía,de donde toma su nombre.
La arrebatadora belleza de Lorca no deja inadvertida. La primera vez que lo oí me sentí abrumada. El álbum es como una playa llana donde varar, y sus canciones van llegando como ligero oleaje a los oídos.
No cabe duda, es el trabajo más íntimo de la banda. Las composiciones tremendamente personales, tras años esperando el momento idóneo para ver la luz,se abren paso por fin en forma de un canto nostálgico colmado de recuerdos, de lugares visitados y de sus historias. La banda se desnuda y las canciones se visten con los colores más brillantes, como ocurre tras la lluvia.
Está claro que estos chicos conocen perfectamente la diferencia entre fabricar y crear música. El resultado suena soberbio.
En contraposición con los que conocemos sus directos, minimalistas y arrolladores, las voces se dibujan más dulces y delicadas que nunca y combinan a la perfección en un álbum melódico y multiinstrumental que te sumerge en una atmósfera de contrastes, con aires de todo el mundo. Como si de los frecuentes viajes la banda se hubiera traído consigo las sintonías y el folklore de cada lugar, el Vals, el Hip-hop, la Chansony el Flamencose incorporan a las creaciones propias.Para los más escépticos, recordar que no se trata de un género fusión, las canciones tienen entidad propia y cada composición, diseñada con tacto de terciopelo,no pierden por un instante la esencia Sleepwalkers’s.
Es una propuesta valiente, intensa, de esas de togliere il fiato. Cada canción es en sí misma una sorpresa inesperada.Es justamente el pluralismo lo que caracteriza a esta banda, por eso sus textos pretenden ser un reflejo fiel del presente etnomusical del grupo, con letras que actúan como un puente melódico, acercando a oyentes y melómanos de cualquier lugar del mundo.
Una sugerencia especial para aquellos que parlotean italiano es Assunta, apuesta nada radiofónica pero cuya historia preciosa ha sacado la lágrima fácil a todos los que las hemos compartido.
Aventurarse a descubrir esta atrevida propuesta no es sino una buena recomendación.
Ya puedes oírlo en Spotify ,o encargarte un bonito vinilohand-made.
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