Sala Hangar 7 de Noviembre 2014, Córdoba
Un año hacía que Mario Gil y José Luis Moro no pasaban a visitar Córdoba, un tiempo que se nos hizo largo, porque pocos o ningún grupo nacional suena como Un Pingüino en mi Ascensor, y no nos referimos sólo a que son consumados músicos, sino a la idiosincrasia de las canciones que suenan en sus grabaciones, y conciertos. El sustantivo concierto no es del todo exacto para las actuaciones de Mario y José Luis. El ambiente que crean allá donde van hacen que sus actuaciones en directo sean toda una celebración.
La Sala Hangar de Córdoba se llenó de fans con ganas de cantar o vociferar las canciones que desde 1985 el dúo lleva creando. Camisetas en las que se leía “Sex & Drugs & Nasal Pop” eran prueba de que aquellos presentes fueron parte del crowdfunding que superó la cifra deseada en menos dos días, y con el que se hizo posible la grabación de su último álbum. Previa sintonía de Falcon Crest, para calentar motores, con ambos músicos ya en escena, empezaron con una de sus últimas ocurrencias musicales, “No es el Mejor Momento para 
hacerse Perroflauta”. A esto nos referimos con la idiosincrasia de la música de El Pingüino; es diversión llena de melodías pegadizas, pero no pesadas, a base de teclados bien templados. Algo tiene que tener ese nuevo tema, que la gente se la sabía de pe a pa, y no sería la única, es decir, todas se corearon convenientemente, alto y con ganas. La euforia del recibimiento de cada una de ellas era palpable. Ya clasiquísimos fueron llegando, como “Mi Café”, “Perestroika”, la alabanza de la arqueología de principiantes, pero llena de ilusión, “Arqueología en mi Jardín”, las desventuras de “He-man y Barbie”, el arrepentimiento de “Tú me Induces al Mal”… Entre las más celebradas, “Jota Jota”. “¿Qué hay en mi Pis?” tiene una puesta en escena no apta para quien se espante de cualquier cosa. Un momento especialmente cómico fue el de “41 Películas Porno”, también del último CD, pero esta vez interpretada al sonido de piano, dándole un tono delicado a la par que irónico a la historia de un incomprendido coleccionista del género anteriormente dicho en formato VHS. También hubo crítica social con “Urdangarín”, que es una versión de… Y no faltó “Atrapados en el Ascensor”, y como despedida con otra versión de esas tan pingüi generis, “In the Army Now” de Status Quo, cuya letra trata de…
Uno ansía que algún día, Mario y José Luis saquen un Pingüimatic II, la que podría ser una continuación de aquel directo que publicaron en 1999, sin embargo, lo de Un Pingüino en mi Ascensor es para ir a vivirlo y saberse las letras una a una, esas tan llenas de rimas contagiosas que llaman a la risa, pero risa, sobre todo, musical, porque Un Pingüino en mi Ascensor no es un dúo de humoristas, son músicos profesionales, por eso llevan en activo desde hace tantos años como músicos. Su puesta en escena es sencilla, basada (¡casi!) en los teclados, pero el número de instrumentos diferentes en escena no garantiza buena música, se necesita talento y buen hacer. Si crees que la risa, la ironía fina y la imaginación no caben en la música, es porque no sabes que “En la Variedad está la Diversión”, así que te perderás estas dos horas de espectáculo cuando pasen por tu ciudad, pero así dejarás más espacio para bailar… que a eso fue lo que se dedicó el público con las buenas artes del pinchadiscos de la noche. Claro que Mario (experimentado integrante de, por ejemplo, Aviador Dro) y José Luis (galardonado publicista), no se ausentaron a esta sesión, pese a tener otra actuación (pero no una más, seguro) al día siguiente. Tampoco se ausentó un tipo que entre el público repetía en voz alta “¡algún día se contará la verdad!”. ¿Se referiría a este artículo? Únase a un recital de Un Pingüino en mi Ascensor y compruébelo.
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