Teatro Lope de Vega
24 de Mayo
Que un espectáculo lleve cuatro años en funcionamiento debe tener no una razón, sino muchas. The Hole llegó por segunda vez a Sevilla, en una versión mejorada, dicen los que vieron el anterior. The Hole 2 en esta ocasión nos trajo a Álex O’Dogherty como maestro de ceremonias. La idea, de Paco León, a más de uno le debería haber parecido a priori más que descabellada, excesivamente simple o trillada, no obstante el conjunto de música en directo, stripteases, malabarismo, equilibrismo, baile, comedia y monólogo, funciona a la perfección, y enclavado en un escenario oscuro y brillante, lleno de dorados y rojos, un marco perfecto, este agujero de roedor.
La historia, es el enamoramiento de un ratón (O’Dogherty) por una gata… un irónico mecanismo que nos nos hace gracia hasta que caemos en que que estos seres irracionales reflejan a los supuestamente racionales. Este ratón no se queda obsesionado en su amor, sino que, viviendo en los tiempos actuales, se atreve a opinar del día a día. ¿Se trata este agujero, o madriguera de un lugar donde esconderse de los problemas del corazón y de la vida diaria y dejarnos llevar por la concupiscencia y los sentidos? Algo así, algo así…Habría que esperar al final para comprobarlo.
Muy dinámico, lleno de sonido, lentejuelas y mucha piel al descubierto, el espectáculo está plagado de sorpresas, y, para cierta incomodidad de los pudorosos, estas no se quedan en el escenario. Por ejemplo, ¿qué harías por un jamón? Eso nos trae a otro asunto de importancia; en caso de que te interese asistir al espectáculo, ni se te ocurra preguntar, ni buscar detalles por Internet; uno de los encantos es no saber qué ocurrirá después del número que estás viendo. Y números, hay muchos, y no nos referimos sólo al aplastante éxito de taquilla. Este es uno de los méritos de la obra, junto a una lista en rotación de artistas admirables; The Hole 2 es un extendo repertorio de humor y números picantones que no llega a tocar el mal gusto, y la candidez la ve muy de lejos. ¿Pudo ser una objeción que el solemne Teatro Lope de Vega no fuera el sitio ideal para un espectáculo así? Mínimamente.
Como decíamos, The Hole no era un desonocido para nuestra hispalense ciudad; entre el público se encontraba gente que ya había estado en su anterior encarnación, y prometían, sin preguntárselo nadie, que estarán en la siguiente, que será, posiblemente, en diciembre. Sea The Hole 2 o The Hole 3, ya hay público ávido de volver al espectáculo, que nació, contra todo pronóstico, para quedarse. Los antropomórficos personajes volverán a corretear de un lado para otro dejándonos la vista y los oídos llenos de sensaciones, muy poca vergüenza y poca ropa, en una función que no deja sitio al aburrimiento.
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