25 abril, 2024
Los vigueses nos dejaron temazos propios y versiones que ya son más suyas que de sus autores

Fotos: Juan Antonio Gámez

Viernes 20 de Mayo

Sala Malandar

…Y de esos festines que ni empalagan, ni queda uno atiborrado. La banda de Julián Hernández no faltó a su tácita cita bienal de mayo con el público sevillano. El recital fue lo que se esperaba, y en el mejor sentido; dosis de punk, de rock, de country y de buen humor… y algo de mala leche.

El público abarrotó la Sala Malandar, sin que esto fuera una incomodidad, y ello se debía a varios factores. A que Siniestro Total es lo que fue; la cantidad de clásicos que tiene y las versiones que interpretan, y cómo las interpretan, enganchan y llaman al público. Por otro lado, la tragedia se había cebado en la ciudad, con la caída de una espada de Damocles que veíamos de lejos, la cancelación del Festival Territorios. Algún sabio que había comprado el abono tenía pensado hacer doblete aquella noche. Un dato a tener en cuenta es que, lejos de ser improvisado, el concierto no estaba previsto en la gira de presentación de El mundo Da Vueltas. El repertorio, comparado con otras ocasiones, ha variado, pero sin excesos que no nos permitieran disfrutar de ciertos temas inevitables de la extensa carrera de los de Vigo. En cuanto a los nuevos, no mueven y conmueven tanto como los de antes, sin embargo le restan linealidad al recital.

Pese a que pasen los años, Siniestro Total siguen teniendo un punto rebelde, alejado de las batallas campales de, sobre todo, sus primerísimos años, con Germán Coppini. Los temas de aquella época y la siguiente con un Miguel Costas en un espacio más prominente, fueron mejor bienvenidas, no obstante, eso no quita que canciones, como “Y Yo me Callo”, con la que abrieron la noche, fueran celebradísimas. Como sorpresa, la siguiente e inquietante “Gusanos en tu Alcoba”, de la primera demo del grupo. Una que bien podría haberse dejado para el final, y que llegó tercera, fue “Miña Terra Galega”, la versión de Lynyrd Skynyrd hecha tierra norteña. Le siguieron “Country and Western”, y una bien recibida “Emilio Cao”, versión de The Kinks, a lo punketa. Otras que recibieron grandes ovaciones y danzas fueron “España se Droga”, “Fuimos un Grupo Vigués”… y luego algunas que nos dejaron un poco fríos, como la extraña “Chico de Ayer”, pero es que luego llegaron Ay Dolores y Camino de la cama. Parece que no acabamos de acostumbrarnos del todo al paso de sus dos primeras etapas, pero no es nada nuevo, ni con Siniestro, ni con otros. “Diga que le Debo” también provocó furor. Muy diferente, la siguiente y brillante “I’m the very First One in the Drinking Line” de Country and Western, un momento tranquilo y radiante, una vuelta a las raíces de la música que hoy escuchamos; Julián Hernández, no se anquilosa con los años. Habíamos visto a Julián más hablador y más dicharachero en otras ocasiones, pero eso es sólo un extra a los himnos de calle que estos gallegos llevan por bandera desde hace décadas.

Los vigueses nos dejaron temazos propios y versiones que ya son más suyas que de sus autores, como Vamos muy bien de Obus. Sobre todo, a partir de este punto, el repertorio estuvo lleno de concesiones al público. Primero, de Country and Western de nuevo presente (el que más) con “Los Putos Amos”, que bien se podrían haber dedicado a ellos mismos. A una versión suave de Cuánta Puta y yo qué Viejo, le siguió otra versión, ajena, de aquel grupo del fallecido Manolo Tena, Cucharada, autor al que “le dio por morirse hace poco”, como dijo en tono agridulce Julián Hernández. Siguiendo la atronadora la recta final: “¡Ayatollah!” (tema que le habría costado un disgusto a Salman Rushdie, pero nadie se atrevió con Siniestro Total en 1982 AD). En este punto, Julián avisa que no se van del escenario para volver haciendo el paripé… sino que se decide por unos bises expontáneos, ni más ni menos que Bailaré sobre tu tumba, ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?, y su canción firma, Somos Siniestro Total, tan de ellos como de AC/DC (en su etapa sin Axl Rose) por estos lares peninsulares, y aquí nos dejaron despidiéndose con el himno de la Unión Soviética en los altavoces.

Velada memorable, con temas memorables, históricos. La prueba es que en el recital enciclopédico que nos dio El Gran Wyoming y los Insolventes en el mismo lugar, se incluyeron temas que esta misma noche escuchamos, bailamos y vivimos. Para más detalles, la discografía del grupo vigués en CD, con todo lujo de detalles y grandes temas adicionales, una reedición que más de una banda debería de tener en cuenta como ejemplo a seguir.

Siniestro Total siguen en la brecha del rock gamberro. Sin aliento aún, esperamos aquella misma noche que antes de que pasen dos años, vuelvan a Sevilla, o cerquita al menos. Aquellos que se quedaron sin Territorios y vimos allí, no se fueron con las manos vacías.

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