Sin duda ver pasear a los artistas por la platea de un escenario es una experiencia poco usual, que de manera habitual acontece en el CAAC. Allí pudimos saludar e intercambiar palabras con Rodrigo Cuevas y Josan Fame, telonero.
La previa al concierto estuvo amenizada por Josan Fame, cuya camiseta nos hacía presagiar algo de su música, “Irreverent”, nombre de un mixtape del autor. Flores, destacadas gafas y labios azules mostraban una rebelde juventud en su música de estribillos pegadizos, que compensaba con sus movimientos sencillos y naturales sobre el escenario. Nada de lo que sus letras nos contraron nos dejó indiferente. Escuchamos entre otras canciones : “Mary Kon”, “Gordo”, “La Mortadela”. Su rap reivindicativo, creativo y divertido, exento de estereotipos machistas tan habituales en el rap y muy conectado con el movimiento LGTBI, dará mucho que hablar.
El público, excaso en ese momento, permaneció petrificado, atento y sorprendido.
Con Rodrigo Cuevas, de media estatura, de vocabulario culto y de gestos educados intercambié algunas palabras. Su sencillez en el trato y en su vestimenta previa, no hacían presagiar la versatilidad y grandeza de su música y la puesta en escena que domina con elegancia a la perfección, interpelando entre la tradición y la modernidad.
Su aparición, vestido de negro con gafas oscuras, mantilla y un pequeño guitarrín afinado en sol mayor, deslizándose por el pasillo que el público había abierto hasta el escenario, convirtió la canción de entrada en una ronda nocturna. Subió a la tarima e inició el repertorio cuestionando de forma divertida a los asistentes sobre el concepto de rondar. Por supuesto de un total de 30 personas que levantaron la mano al principio, cuando dió la definición, apenas tres personas lo hicieron. Se escucharon carcajadas.
Cambió la peineta por un sombreo asturiano (montera picona), cuyo pico que sobresale antiguamente se usaba para tapar la cara en caso de mucho frío y que por supuesto no tuvo que usar durante esa noche. Con pecho descubierto dejaba entrever un cuerpo atlético y con su falda de apertura delantera con tejido interior brillante, Rodrigo de pronto comenzó a galantear bailando de forma circular como un derviche al son de la música casi alucinógena.
Sus letras poéticas, llenas de cultismos tienen su origen en las anécdotas y folclore popular de su tierra, Oviedo (Asturias). Tradición y vanguardia filtran de una forma inteligente en este pedazo de artista inclasiflicable o ampliamente clasificable.
Su tecno-glam, pop, folclore electrónico coquetéa con la copla española y hacen de él un artista ultramoderno. Asistiendo a su concierto intuimos que investiga sobre lo anterior y curiosea en la actualidad. Versionó “Embrujada” de Tino Casal, figura clave e innovadora de la movida madrileña y coplas como “ El día que nací yo”. Sabemos que domina el piano, que exploró la música tradicional de Mallorca y que en Galicia reinterpretó todo lo adquirido, dando como resultado esta música. Su imagen, más refinada, nos recuerda a la estética actual de Arca en su nuevo álbum “Reveríe”, ligueros y plataformas que Rodrigo Cuevas sustituye por unos zuecos de madera que no hacen que la expresividad de su cuerpo de cabaret se dilate en el escenario entre el humo y el sonido grabado se sus propias piezas musicales.
Las baquetas, que en ocasiones utiliza como percusión, gesticulan prolongando sus brazos como si su llamada musical fuera algo tribal. Entre canción y canción hace un feed-back constante con el público al que conquista con reflexiones y bromas inteligentes.
Si no pudiste verlo, no te lo pierdas en la próxima porque es único en su especie.
Algunas de sus frases durante el concierto fueron :
– “Si quieres ser feliz un día cómprate un traje; si quieres ser feliz una semana cómprate un coche; si quieres ser feliz durante un año cómprate una casa y si quieres ser feliz toda la vida cómprate un huerto”.
– “Si naces en una familia que canta eres un ser afortunado”.
– “Los de antes están de vuelta de todo y los jóvenes no son tan tontos como parecen”.
Quiźas éstas palabras y lo descrito anteriormente resuman su filosofía de vida, que no es otra que la de hacer y crear música y espectáculo con profundidad, con verdad; mucho más que un ”agitador folclórico”, como lo han venido a llamar otros.
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