19 marzo, 2024
Las “Noches en los jardines del Real Alcázar” continúan durante todo el mes de septiembre. Actuaciones para todos los gustos, y a un precio más que atractivo. Un oasis musical en medio del verano que no conviene perderse. Como Fernando se encargó de recordarnos.

Jardines del Real Alcázar

24 de agosto, 2016

Fotografías cedidas por la organización.

Si algo tiene de bueno el sofocante verano en Sevilla, es la gran oferta cultural de estas fechas, y que recibimos agradecidos como un soplo de aire fresco.

Es el caso de las “Noches en los Jardines del Real Alcázar”, puntuales a su cita estival, y que recorren mediante selectos conciertos los diez siglos de historia de estos bellos jardines, Patrimonio de la Humanidad, a través de diversos géneros musicales.

Massia se englobaría en el periodo más contemporáneo, aunque sus influencias beben de la música tradicional, a caballo entre el folk, el pop étnico y la world music más ancestral, pero desde una óptica actual y vanguardista.

Capitaneados por Fernando Massia, guitarra y voz de la formación, dieron comienzo el concierto con un poema musicalizado, donde quedó claro desde el primer minuto la sensibilización que abandera el grupo con el medio ambiente y los problemas actuales de la sociedad, intentando concienciar sobre nuestro impacto en el mundo y nuestra responsabilidad como habitantes de este planeta de salvaguardarlo para las generaciones futuras.

La música de Massia es ágil, dinámica y profunda. Fluye y cambia constantemente, haciendo gala de una sensibilidad musical y humana exquisita. La poderosa voz de Fernando posee un cariz aterciopelado y cálido que impregna cada canción de una personalidad y familiaridad únicas. Los otros tres componentes del grupo completan su visión aportando cada uno un elemento único e indivisible a su sonido.

Los dibujos melódicos que Ángel García trazaba con su violín, añadían un lirismo que brilló especialmente en canciones como “Seda para tu Piel”, y que a veces nos recordaba a la música irlandesa o celta. Música con cerebro, pero sobre todo con corazón, como quedó claro por ejemplo en el tema “El Encuentro”. Una canción directa a las entrañas y honesta como pocas.

Uno de los momentos de la noche fue “La Guerra del Odio”, donde demostraron una madurez difícil de encontrar en las letras de la música actual, reflexionando sobre las diferencias e injusticias cotidianas, y poniendo el dedo en la llaga sobre aspectos de nuestra perfectamente amueblada vida. Crudeza y realidad reflejadas sin miramientos a través de ásperos y punzantes acordes, con sonidos agresivos y casi minimalistas.

Contundente a veces, lírico otras, Fernando Jurado sabía sacar la intensidad adecuada al cello en cada momento. El dominio que posee sobre su instrumento es una de las claves del característico sonido de Massia, fundamental en acompañamientos y pasajes líricos más solemnes.

Pero también hubo lugar para el optimismo; “El Ciclo” es una vitalista canción con constantes referencias a la naturaleza y a la vida, y nos trasladó a un bucólico paseo por el campo bajo el sol, donde incluso consiguieron hacer cantar su pegadizo estribillo al público del Alcázar.

Volvimos a transportarnos con “Creí Nacer de un Río”, tema instrumental que daba nombre al programa, y que adquiría una dimensión única al tener como telón de fondo el majestuoso escenario de estos increíbles jardines. Música atmosférica, ambiental y milenaria, que con los cantos tribales de Fernando, evocaba a la naturaleza salvaje, de lejanas tormentas y paraísos inexplorados.

La percusión, presente en todas las canciones en menor o mayor medida, brilló especialmente en “Sábana de Luz”, a los mandos de David Ruíz. Ritmos y cadencias orientales y dinamismo puro al servicio de los sonidos tradicionales. Un motor que empuja la música de Massia en un sinfín de certeros matices percutivos.

Una experiencia para los sentidos, musical y reflexiva, que nos llevó lejos en el espacio y en el tiempo, y todo gracias a la imaginación y la música.

Las “Noches en los jardines del Real Alcázar” continúan durante todo el mes de septiembre. Actuaciones para todos los gustos, y a un precio más que atractivo. Un oasis musical en medio del verano que no conviene perderse. Como Fernando se encargó de recordarnos: «¡Que afortunados somos de vivir en un planeta donde podemos crear y escuchar música!».

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