La luna llena le hizo brillar otra vez

Coque Malla en Sevilla es sinónimo de luna llena, y Sevilla se pone de gala para recibirle. Otra noche inolvidable, otra más.

Fotografías por Javi Sierra

El pasado viernes 9 de junio Coque Malla volvía a Sevilla para demostrar una vez más la solidez de su carrera en solitario, triunfando en todos y cada uno de los escenarios que pisa.

El año pasado, tras la salida de su último trabajo de estudio, El último hombre en la tierra comenzó una gira memorable que le está llevando por todo nuestro país.

Pocos días antes de la cita hispalense, llegaba el punto más álgido de Santo Tour 2017. Un concierto irrepetible donde se reunió con amigos y compañeros de tablas.

Jorge Drexler, Ivan Ferreiro, Neil Hannon, Dani Martín y Amable Rodríguez se dejaron ver en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid para la grabación del DVD en directo de la actuación.

De la capital llegaba un Coque pletórico, rebosante de energía, gracias al cariño de público y a la ovación generalizada de la crítica.

El patio del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo se ambientaba, como suele pasar, con la música de su admirado Bowie. Entre luces y sombras aparece Coque con su banda, listos para darnos un concierto íntimo, delicado, y a su vez lleno de fuerza e intensidad.

Aunque la mayoría del setlist pertenecía a su nuevo álbum, hecho que no influyó para que el público coreara cada una de los temas, no dejó de dedicarnos canciones de toda su carrera.

Sonaron temas como “Berlin”, “Termonuclear”, “Hace tiempo”, y por supuesto como homenaje al pasado concierto de la Expo 92 se lanzó con “No puedo vivir sin ti”, “Saca la lengua” y como bis improvisado “Guárdalo”.

Si hay algo que sorprende es su versatilidad, que no decaiga el ritmo en un paréntesis en el que pide una banqueta para un set más pausado, sino llegar a transmitir quizás más aún; de interpretar sus monólogos que silencian a todos en el público, de tener la capacidad para sacar su lado más cañero y sexy.

Se nota que disfruta en el escenario: sonríe, baila, bebe de su copa de vino, mima todos los detalles, y aun así se nota que tiene mucho más por contarnos.