Los años ochenta fue la década en la que comenzó a notarse la presencia de la cultura china en España. No sólo su cultura, si no, sobre todo, sus comercios. Tiendas que en un principio se conocieron como Todo a 100 para después convertirse en el Todo a un euro.
Tendría que pasar mucho tiempo hasta que uno de estos supermercados asiáticos se convirtiese en la idea base del nuevo trabajo de Pablo Diaz-Reixa, más conocido como El Guincho.
Seis años ha tardado en volver a sacar un disco, aunque él preferiría llamarlo proyecto. La idea del canario consiste en levantar todo un movimiento musical alrededor de una idea abstracta. La idea simple del desorden, de romper con lo establecido, hacer lo de siempre pero trastocando el sistema.
El Guincho se cuestiona con este trabajo por qué no cambiar las estructuras. Se ha experimentado mucho con los ritmos, las mezclas de estilos y texturas musicales pero no con el formato. Por eso este álbum viene de la mano de nuevos formatos como pueden ser una pulsera o una sudadera. Escuchar la música de forma diferente.
Llama poderosamente la atención la aceptación de este músico canario a toda la crítica que ha sobrevenido tras el estreno de “Hiperasia”. Muchos de los amantes de” Pop Negro” y “Alegranza” no han sabido encontrarle el punto a este disco que se concibió como una obra en constante evolución. Sin embargo, perder fans o crear esa sensación de rechazo es algo que le alegra, siente que está ofreciendo algo nuevo.
El Guincho ha recuperado el espíritu ambicioso de los inicios de su carrera y con “Hiperasia” quiere hacer que siga avanzando, al menos durante los próximos dos años. Lo mejor de una obra así, según asegura su autor, es trasladarlo al directo. Las canciones están pensadas para que sigan cambiando a lo largo de sus actuaciones, no saber muy bien cómo las va a plasmar en el escenario es lo que hace que cada concierto sea único.
Es uno de los cantantes claves de la nueva música que se está haciendo ahora en España y Sevilla tiene el privilegio de recibirlo el próximo 16 de septiembre en la Sala X (Calle José Díaz, 7). Nos quedamos sin verlo en Territorios pero tenemos una segunda oportunidad.
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