19 abril, 2024
Con un texto de Albert Boronat, cuatro hombres – faunos, mitad futboleros mitad ejecutivos, nos muestran a un tiempo la dualidad de nuestras aspiraciones y frustraciones.

Con la sala casi al completo en su cuarto día de representación, La Fundición acogió el pasado fin de semana a la compañía Frotalámparas y su espectáculo «Vamos a por CR7«.

Con una escenografía simple, una indumentaria elocuente y una dramaturgia compleja, se desvela esta historia de cuatro hombres, compañeros de trabajo, cuya desesperación les hace tomar una decisión liberadora.

El secuestro que planean quizá les saque del secuestro personal en el que se encuentra cada uno de los personajes. Poco a poco, a través de diferentes monólogos, alguno más largo de la cuenta, cada uno de ellos nos irá mostrando sus miserias y situaciones personales.

Pero estamos hablando de una comedia, así que asistimos a sus miserias y situaciones y nos reímos, y mucho. Por ejemplo, de esa “invasión mediática de tu intimidad” por parte de los actores perfectos de la tele con los que al meterse en tu casa comparándote con él, tú llevas todas las de perder. No sé si todas, pero a tú mujer la tienes perdida seguro.

Y claro está que, como en la mayoría de las decisiones, siempre no se está de acuerdo en todo y esas diferencias entre ellos están cargadas de ocasiones hilarantes. Destacable esa en la que el personaje interpretado genuinamente por Fran Contreras, demuestra en qué situación NO permitiría que estuviese el rehén, parodiando la agonía del cautiverio. Y qué decir del “momento pomelo”. No habría mejor verdugo que el que te cuida comprándote un pomelo.

Las transiciones coreografiadas, así como los audios del comentarista de fútbol, son también un acierto en la puesta en escena, acompañando al hilo argumental a la vez que aligeran su ritmo. Es de alabar a esos cuatro tíos cual faunos, mitad futbolistas mitad ejecutivos, defendiendo en calzonas y corbata esas divertidas coreografías.

Pero en el teatro es fundamental el relato y, si no has leído anteriormente la sinopsis, éste no queda claro del todo.

De todas formas, es una experiencia muy agradable la que esta compañía, a la que no conocía, nos ofrece.

No hay nada como la reflexión que te ofrece el teatro, y más cuando está aderezado de humor y música.

Pienso seguirles la pista.

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