25 abril, 2024

Ayer, viernes 22 de octubre, el teatro Lope de Vega citó en Sevilla a José James, uno de los representantes más conocidos del jazz vocal contemporáneo.

José James es un artista oriundo de Minneapolis y prodigiosamente versátil. Su último trabajo, No Beginning No End 2, vio la luz en el pasado 2020. Impedido por la situación sanitaria, el cantante tuvo que cancelar la gira del mismo, llamada The Independence Tour. Ahora regresa a ella lleno de ganas y, tal y como él mismo afirmó, con «pasión por la música».

Regresa, asimismo, acompañado por músicos de calidad insuperable: en los teclados, el conocido artista Ashley Henry; en la batería, el reconocidísimo Richard Spaven; y, en el bajo eléctrico, Daniel Winshall. Este virtuoso de la música resultó ser toda una sorpresa: el bajista oficial del tour, Robin Mullarkey, no pudo asistir al concierto y Winshall aceptó cubrirle, a pesar de haber sido avisado un día antes; de no haber tocado jamás con José James; y de tener que coger un avión, un tren y varios coches para llegar desde Francia hasta el más puro sur andaluz. El sustituto no se dejó intimidar, logrando superar todas las expectativas de los espectadores.

Me siento honrado de que me sigan invitando a tocar en España.

Mi presencia en el teatro sevillano fue completamente casual: no conocía a ninguno de los artistas. Atraída por las alabanzas que recibían cada uno de ellos por separado y por los enaltecimientos sobre el prodigio estilístico de James, acudí al concierto dispuesta a dejarme llevar. No fue solo la maestría que demostró el conjunto de la banda lo que me enamoró: también la naturalidad de José sobre el escenario; la compenetración entre los músicos, sobre todo entre el teclista y el cantante; y la amalgama de sensualidad, cercanía y buen rollo.

El espectáculo se caracterizó por una mezcla contundente de estilos: blues, soul, hip hop, rap, electrónica… todos ellos hilados por la presencia intrínseca del jazz, el cual facilitaba la improvisación espontánea de los distintos instrumentos. La habilidad de los artistas para fluir entre estos estilos provocó sensaciones de lo más variadas entre los presentes: risas, bailes (dentro de lo permitido por las medidas), palmadas, pelos de punta… Hasta el punto de que —tras despedirse con una espectacular versión de la conocida Just The Two of Us— el Lope de Vega reclamó de nuevo a la banda con un compás ¾ ante el que los músicos regresaron sorprendidos, dispuestos a aliviar las ansias del público con diez minutos más de magia.

Si las melodías, los vertiginosos ritmos, la espectacularidad de los solos y la sutileza de la poderosa voz de James fueron, de por sí, una performance digna de presenciar, la belleza creativa de la banda se vio potenciada por unas letras cuidadas. José aclaró que la mayoría de ellas estaban escritas por la artista invitada. Acto seguido presentó a Taali, una increíble letrista dotada con una voz hipnótica. El matrimonio —James y Taali llevan casados dos años— deleitó a la noche sevillana con un dueto sin banda, en el que ella se sentó ante el teclado, y con dos temas junto al trío de músicos. Las canciones transmitieron una compenetración y fluidez íntima entre la pareja; una calidez y unas sonrisas risueñas que contagiaron al público instantáneamente.

Salí —creo que puedo hablar en nombre de la gran mayoría de asistentes y afirmar que «salimos»— extasiada, feliz de haber presenciado durante casi dos horas cómo unos maestros se encontraban y reencontraban, fluyendo y jugando con una creatividad espectacular. Feliz, también, de haber descubierto a unos artistas que me acompañarán de aquí en adelante.

Próximas fechas de la gira:

https://www.josejamesmusic.com/tour

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