Imágenes: Le Petit Patte y Oscaromi
Otro año más sin que sea un año más, LaSuite nos ha entregado seis noches de arte y diversión de la mano de diez artistas en las que la climatología y el ambiente que han creado los presentes ha sido de lujo. Quienes dudaban de que el traslado de la celebración del ciclo desde el Monasterio de la Cartuja hasta el jardín del Casino de la Exposición iba a restarle magia al evento vuelven a verse equivocados de nuevo.
Nocturama 2018 ha vuelto a apostar por la variedad nacional e internacional, por los nuevos valores y por las leyendas musicales. El su primer día actuaron Marina Gallardo y Bronquio. El sonido onírico de la artista del Puerto de Santa María presentó The Sun Rises in the Sky and I Wake Up con una banda de primera, dándole más ahínco sonoro aún a su álbum, dignísimo sucesor de su anterior, This is Sound. Bronquio, es decir, Santiago Gonzalo, nos dio una buena ráfaga de música electrónica parapetado entre una pantalla de enigmáticas proyecciones y su mesa de mezclas. Muy distinta fue la siguiente noche, la del Instituto Mexicano del Sonido, con un arsenal de canciones para bailar o para bailar. No van con medias tintas estos originales y dinámicos y divertidos muchachos, autores, entre otras canciones, de “Mi T-Shirt de la NASA”.
Más variedad guitarrera en la noche del 6 de junio con Belako, jovencísimos y sin cortapisas, ofrecieron un catálogo de rock variadísimo y enérgico muestrario de sonidos y talento. El Lobo en tu Puerta estuvieron salvajes, brillantes, desatados y con una pizca de humor, mucha guitarra violenta e ingenio. No los pierdan de vista. A la noche siguiente, la millenial Carmen Boza, desgranó sus versos en formatio trío entre el Rock y el Pop ante una legión de fans. El pathos de la linense, entre el anhelo y el gozo ha quedado una vez más reflejado en su último trabajo, La Caja Negra.
El Meister, es decir, Javier Vielba, es decir, el líder de Corizonas y Arizona Baby nos trajo su proyecto personal, Fantasmagoría, y un puñado de versiones de Pop y Folk ibérico en un fin de noche que acabó bien movido con su nuevo tema, Autómatas. El 13 de junio, cita única en España e inaludible con Peter Hook and the Light. El bajista y compositor de Joy Division y New Order (¡y Monaco!) interpretó una selección de temas legendarios de estos dos conjuntos (o uno, se podría decir) en lugar de interpretar álbumes enteros como ha hecho hasta hace poco. Entre otras, “Digital”, “Love Will Tear Us apart”, “Blue Monday”, “Bizarre Love Triangle” y “Transmission” sonaron en el recinto bajo la batuta de este genio mancuniano ante un público enfervorecido.
A la noche siguiente, Riverboy, conjunto que aglomera músicos de The Milkyway Express, Quentin Gas & Los Zíngaros y Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, dieron una versión eléctrica de Rock, Country y Psicodelia magistral. Este nuevo (pero no tan nuevo) grupo viene de la mano de Happy Place Records, y esperamos con muchas ganas su resultado en forma de álbum. El broche dorado lo puso Christina Rosenvinge presentando Un Hombre Rubio. La madrileña dejó atrás todo disco que anterior a 2008 a la par que desplegó una energía casi, casi inédita de ella sobre el escenario, con cercanía y profesionalidad, con agudeza y veteranía, con razón y con corazón. El final del concierto fue de esos bien intensos.
No sólo las actuaciones en directo brillaron en Nocturama 2018. El entorno y quienes adornaron el lugar con su presencia fueron debidamente amenizados por profesionales DJs al acabar los recitales, y todo ello bajo una organización sobresalientemente profesional. Los principales programas de radio musical se hicieron eco. También TVE y Canal Sur difundieron esta celebración en la que unas cuatro mil personas asistieron. Claro que habrá más ciclos y eventos similares hasta que acabe el verano, pero Nocturama ha puesto el listón de modo que otros sólo podrán empatar. Nos quedamos esperando el del año que viene.
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