20 abril, 2024
Dos cucharadas soperas de funk, una de Soul, una pizca de Rock&Roll y Pop para sazonar; 5 músicos con presencia, estilo y “flow” cortados en "mirepoix" y una sala deseosa de catar los sinsabores de la alegría - Receta perfecta para una noche sin fin

Fotografías por Esperanza Mar

Sala Malandar 19/02/2016

Lo primero que debemos decir es que pedimos perdón a los componentes de The Trackers por no haber asistido a su concierto. Tenemos una buena excusa para ello pero lo cierto es que aun así nos hubiera encantado ir ya que, por experiencia, sus conciertos son tremendos.

La excusa lleva el nombre de Trendy Cargo, y la puntualización es que nuestro querido Antonio Guerrero es el batería de dicho grupo. Sin querer extenderme mucho en alabar el trabajo musical de uno de nuestros compañeros sólo diré que fue la mejor manera para prepararnos a lo que la noche iba a dar de sí. Nos reímos, bailamos y cantamos a voz en grito con un grupo que crece en cada concierto a pasos agigantados. Y el Havanilla Café fue el lugar idóneo para semejante acontecimiento. Cultura urbana en estado puro, sin edulcorantes artificiales.

Y hablando de edulcorantes, colorantes y excipientes varios quiero explicaros a “groso modo”, es decir, en taquitos (culinariamente hablando) lo que nos deparó el conciertazo que se marcaron Dry Martina en la Sala Malandar. Regusto dulce en el paladar con cadencias afrutadas y un puntito umami.

Ingredientes:

  • Una Sala llena, a ser posible, con energía para derrochar
  • 5 músicos con presencia, estilo y “flow”: Rafa Insausti: Guitarras, coros, composición; Eric Pozzo: Bajo, coros; Jaime Fernández: Trombón, coros; Stefano Tomaselli: Saxo
  • Una “frontwoman”, Laura Insausti con un pedazo de voz y, por qué no decirlo, de muy buen ver.
  • Dos cucharadas soperas de funk, una de Soul, una pizca de Rock&Roll y Pop para sazonar.
  • A gusto del consumidor “ganas de bailar sin parar”
  • Es aconsejable acompañar el plato con buena compañía, ya sea amigos y/o pareja.

Método de elaboración

Recomendamos comenzar la preparación como con cualquier receta que se precie, regando el gaznate con algún licor. Queda a elección personal el tipo de brebaje.

Una vez servido, damos la vuelta de rigor a la sala, observando bien a las personas  que esa noche compartirán contigo unas horas de diversión. Tras una pequeña charla distendida nos posicionamos para el show en cuanto veamos movimiento en el escenario.

Esta parte es muy importante, porque de no estar suficientemente atentos puede que nos arrepintamos del lugar elegido durante la noche, y ya os advertimos que en conciertos así deseareis estar en las primeras filas.

Bien, una vez posicionados y con la copa colocada siempre a nuestro alcance comenzamos, empezamos la receta propiamente dicha.

Es conveniente comenzar por afianzar las bases de nuestra predisposición, para ello nada mejor que “Plan B” y “Ahora”, donde  el saxo, trombón, bajo, guitarra y batería se encargarán de crear el ambiente de buen rollito que vamos buscando. Notareis que sin querer os iréis acercando paulatinamente al escenario. No os preocupéis, es normal.

Añadimos una pizca de “Es mejor así”. Si, ya sabemos que es un ingrediente antiguo, pero no creáis que estamos pensando en las Musarañas, es simplemente que este tipo de sabores le dan cuerpo al plato, ya veréis.

El refrito se completa con “Malahierba” y “Que me quede como estoy”. A estas alturas comprobareis que la sartén comienza a chisporrotear y un dulce olor inunda toda la sala. Una mezcolanza dulce y agria, por momentos muy de la tierra. Productos naturales sin conservantes ni aditivos químicos, salvo quizás algunas gotitas de perfume. Dejar reposar.

Mientras, en un recipiente aparte, mezclamos  “Algo más”, “Musarañas” y “Si tú te vas”. Es casi obligado realizar este proceso escuchando a Zenet. Si no fuera posible sustituir por Rafa Insausti, que a pesar de las diferencias salvará muy bien los papeles.

Ahora cuidado, que llega lo difícil. Como si lo estuvierais tocando en plan acústico, id mezclando ambos recipientes mientras no dejáis de remover todo con “Siempre me dijo mamá”. Sabemos que es complicado pero el resultado merece la pena, ya veréis.

Ahora sólo falta rematar todo con “He perdido el swing” y “Noches como ésta” donde os arrancareis cual Stefano Tomaselli con un solo de saxo de esos que animan a un muerto nada más ver como os está quedando. O a lo Jaime Fernández con el trombón, allá cada uno con sus gustos de vientos.

Presentación

Para servir tendremos que darle nuestro toque personal, y como no podría ser de otra manera ese puntito proviene del Soul, el Funk y el Groove con virutas de “You Sexy thing”, “Walk on The wild side” y “Groove is in the Heart”. ¡Toma ya!

Ya sólo nos queda darle un golpe de calor final con “Bailando”.

Posibles respuestas de tus comensales al servirles el plato:

No es de extrañar que tras ver y, sobretodo probar el plato que habéis preparado, vuestros invitados os agasajen con “Tan sólo quiero yo tu amor”.  Se han visto incluso casos en los que se han venido arriba y han sacado a hombros al cocinero a gritos de “Just a Gigolo”.

No es momento para pensar en “Nobody care for me” sino en disfrutar a pierna suelta, en compartir tu felicidad con tus acompañantes, en coger del brazo a la persona que tienes al lado y dejar que tus pies te lleven. A fin de cuentas este final es posiblemente el principio de una nueva receta que, evidentemente empezará a fuego lento de nuevo con “Plan B

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