23 abril, 2024
El viernes 4 de Octubre tuvo lugar uno de los conciertos más esperados del panorama soul nacional, Freedonia en la Sala Joy Eslava, para dar a conocer el nuevo single “Beggin´ you”

El viernes 4 de Octubre tuvo lugar uno de los conciertos más esperados del panorama soul nacional, Freedonia en la Sala Joy Eslava, para dar a conocer el nuevo single “Beggin´ you”

Cuando hablamos de un buen grupo, sobre todo en directo, varios son los elementos para que esto se dé: la calidad de sus instrumentistas, la calidad de la voz, las canciones y sobre todo la conexión con el público (la forma de guiarlo, de estar en contacto con él, de presentar las canciones,). Freedonia tenía todas estas cualidades.

Hablamos de una banda formada hace unos cuantos años pero que cumplen un año aproximadamente del lanzamiento de su único trabajo. Me atrevo a decir que este trabajo es, sino el mejor, uno de los mejores discos de soul a nivel nacional en estos momentos.

Esta gran banda compuesta por 10 músicos ha ido creciendo paso a paso y como se dice, con buena letra. Tocando tanto en salas pequeñas como en espacios más grandes iban defendiendo su proyecto y mostrando de todo lo que eran capaces. Servidor y muchos más fanáticos que caímos en seguida  a sus pies, íbamos compartiendo con ellos esta experiencia mientras sudábamos al ritmo de Aurora García, voz anterior del grupo, y nos emocionábamos con los temas más tranquilos.

Tras este año frenético, aparte de crecer, ha habido otros acontecimientos, el principal fue el cambio  de vocalista, lo que llegó por sorpresa y nos dejó algo desalentados. Una de las coristas tomaba ahora la batuta y solo cabía esperar a ver cuáles iban siendo los resultados.

El viernes tenía lugar su primer concierto en Madrid tras este giro y éramos conscientes de que esto representaba un antes y un después en la historia de esta banda. Para tal ocasión deciden presentar su nuevo single y hacerlo en una sala bastante considerable como es la Joy Eslava.

Con el cartel de entradas agotadas comienzan como siempre de manera instrumental para más tarde dar lugar a la voz de Maika Sitte. Con una mezcla que recuerda a un cruce entre Fela Kuti y Tina Turner, en lo que en cuestión de movimiento se refiere, van teniendo lugar los temas del primer trabajo junto a temas soul de otros artistas y para sorpresa de muchos lo que suponemos que serán nuevas canciones del próximo disco. (Los cuales he de volver a escuchar para poder decir algo sobre ellos)

Que seguimos ante una banda que tiene talento y  bastante que ofrecer, es algo que ha quedado afirmado tras las múltiples críticas del viernes y la reacción del público allí presente, pero he de decir que salí del concierto sin saber muy bien lo que acababa de ver y con sentimientos bastante encontrados.

Tenía la sensación de haber visto a una banda que estaba haciendo versiones de sus propios temas, en lo que a su primer trabajo se refiere. Quedaba claro el esfuerzo continuo de su cantante por marcar la diferencia con historias anteriores.  Faltaba la expresión propia de algo creado por ti mismo o al menos de no intentar mostrar que lo haces diferente y que dista de lo anterior.

Uno de los momentos álgidos de la noche solía ser la interpretación de uno de sus mejores temas, “Heaven Bells”.  Este se convirtió en una balada más del soul donde predominaba intentar mostrar una voz potente en vez de una voz cargada de sentimiento. Algo creado de forma tan personal es difícil llevarlo a otro territorio y quizá hay que relajar más tanto grito sin sentido que al final no dicen nada y darle brillo a una voz más rasgada y expresiva (la introducción a modo góspel del “I wont play your game no more”, mostraron que esto puede ser posible).

Eché de menos, entre otras cosas, esa conexión con la gente, charlas con tono irónico que te predisponían a la escucha y ese sudor contagioso (que alguien me explique el cambio de vestuario, confío en que sea por rotura y no por tenerlo sudado o la ausencia de Maika tras tocar uno de los temas). No sé muy bien si por no ser una cualidad propia de la nueva voz, por los nervios ante un espectáculo de semejantes características o porque es algo que ha de ir puliendo.   Cambiar al cantante de un grupo es algo muy arriesgado y ante todo más que notable, no me imagino a unos Rolling Stone sin Mick Jagger o a unas Supremes sin Diana Ross, aunque en este caso parece que la acogida ha sido buena por muchos de los que estaban allí presentes.

Los elementos a destacar del concierto fueron el bis compuesto por unas 4 canciones, entre ellas una excelente versión del tema “Shake” de Otis Redding, donde aquí sí que nos hicieron participes, y su nuevo single.  Estos  mostraron que cuando enseñas algo creado por ti el resultado es otro y que por falta de talento e intenciones no será. Otro momento  a  tener en cuenta fue el nuevo tema instrumental de estilo africano donde predominaron los vientos y la voz de Lion Sitte como un instrumento más que consiguió relajar el ambiente y ofrecer un nuevo estilo.  El hecho de que te regalen el nuevo single o poder verlo vía “streaming” son elementos que también hay que subrayar y que se agradecen.

Quizá con este cambio podían haber pensado el cambiar el nombre del grupo ya que creo que estamos ante otra banda, y esto no quiere decir que sea mejor o peor porque calidad e intenciones las hay. Como indicaba una amiga y seguidora del grupo que allí me acompañaba “Si los hubiera conocido esta noche lo hubiese gozado pero como no es el caso, mi reacción es otra”.

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