23 abril, 2024
Mucha expectación se había creado alrededor de este concierto. Después de una gira veraniega por el otro lado del charco y tres nominaciones a los Grammy latinos, la Mala vuelve a su tierra.

Mucha expectación se había creado alrededor de este concierto. Después de una gira veraniega por el otro lado del charco y tres nominaciones a los Grammy latinos, la Mala vuelve a su tierra.

De hecho, como era de esperar la sala repleta hasta los topes. La impaciencia era la nota dominante de la noche, y aunque sabíamos que había otro grupo que abría la noche la verdad que nuestros corazones estaban bien “focus”.

A las 22:00 el sevillano Celedonio Terrible aparece en escena.  Con la peña algo fría y con la cerveza aun bajando por nuestras gargantas este trió se ve que hacen lo que pueden por caldear la cosa.

Personalmente creo que le ponen más ganas que tablas. Y no será porque no lleve años en el escenario, sino porque el “Rapshit” como él mismo lo llama no me llega para nada.

Ataviados con camisetas a  juego y gorra negra su flow se presenta carente de profundidad. Posee las palabras, quizás los mensajes, incluso las ganas y toda la parafernalia de movimientos y poses, pero hay un gran camino de aquí a los grandes.

Cuando un grupo debe recurrir a la lucha y pique con otros MCs y artistas de culto como Michael Jackson para mi han terminado. «El ejecutor» es pura muestra de lo que quiero decir.

T Sánchez y un DJ al que no le pillamos el nombre le acompañan en el escenario. No quiero extenderme más de lo preciso en un grupo que no ofrece nada. Plantas de una sola flor. Mucho ha de cambiar esto como para que nos llegue a hacer sentir algo.

Y que conste que los beats no están mal compuestos, sencillos como la nueva ola que se lleva ahora, pero con intención. El problema principal son las carencias en las frases. La facilidad de acudir a los chascarrillos consabidos y las onomatopeyas incansables.

“Grifa, no tengo rivales, esos mierdas de MCs….” bueno ya sabéis por donde van los tiros, justo, justo lo contrario de lo que venimos a ver con la Mala.

Y la cosa es que cuando C Terrible lo hace “a cappella” el swing que demuestra no está nada mal. El personaje que el mismo se ha creado es precisamente lo que más le frena.

Gestos, poses y toda la tontería del que se agarra a un clavo ardiendo no le hacen falta, son puras distracciones que restan calidad al espectáculo. Sin pena ni gloria deja el escenario en uno de esos conciertos que supongo no querrán recordar mucho.

23:10 Parece que al fin vamos a poder ver lo que hemos estado esperando todo este tiempo.

En cuanto Dj Jekey empieza con los primeros scratchs se nota que esto es otra cosa. La peña se viene arriba y la oscuridad se hace cómplice del ritmo que se nos mete en el cuerpo, reggae, dance, electrónica y por supuesto Hip Hop americano.

Ahora sí que si, manos arriba, los gritos de hip hop reciben a La Mala entre sus brazos.

Cuando suenan las primeras notas de «Esclavos» los móviles en alto inundan la sala. Pequeñas pantallas iluminadas que intentan captar el primer instante del concierto. La voz llega sin que la veamos pero en breve tras una rebeca con capucha y pantalones cortos se presenta una mala pequeñita que toma el escenario para si.

Con “Caja de madera” ella misma se fuerza a animarse y la gente se lo agradece a grito pelao. Con movimientos insinuantes y una linda sonrisa en su cara es de las veces que mejor la hemos visto en directo.

La carita de la gente que esta noche llena la Sala Custom es un poema. Los temas vuelan de año a año, pasando de un tema brutal a otro. “Déjame entrar” de Malabarismo o “La Niña” de Alevosía nos demuestra que su música es ante todo sincera. Con una fuerza tremenda y una sensualidad altísima que no ha variado un ápice en todos estos años.

Hay cabida incluso para “Tengo un trato” de Lujo Ibérico para posteriormente saltar nada menos que 13 años y deleitarnos con “Quién manda”, donde se permite bromear con la gente que esta rendida a sus pies y que corean cada letra, cada palabra, cada frase de sus temas.

Encima para este tema EL Shotta sube al escenario, al igual que en el disco.

«33» de rojo intenso, de sangre. Ni ostias, ni polleces, esto es tremendo. La adrenalina se sube a la cabeza, los nervios a flor de piel, los scratchs arañan las neuronas. Puro descontrol, desasosiego y nerviosismo.

Con rodilla en el escenario, látigo en la mano y caderas insinuantes “Cuando tú me apagas” apacigua la ira y la convierte en una sensualidad lasciva, y lo mejor, sin chabacanería.

He de reconocer que es la primera vez que veo a María tan llena de aire fresco en sus pulmones. La hemos visto en multitud de ocasiones y nunca habíamos visto un espectáculo como este.

La interacción con la peña es completa. Las botellas de agua vuelan desde el escenario. Los saltos y las manos en el aire son incansables.

Volveré”, “Tengo lo que tu quieres” y “Con los ojos de engañá” nos sacan de nuevo de su último trabajo.

Se le nota suelta, se la nota cómoda esta noche en Sevilla.

«Toca toca«, “Te convierto”, “Dorothy”, en todos los temas su único escudo y espada una simple toalla. Lo mismo es un vestido o una sábana. Finalmente termina regalándola a algún tipo de primera fila. Se siente la envidia a nuestro alrededor 😉

El ritmo del último disco, que hemos analizado ya de forma exhaustiva AQUÍ, es mucho más pausado y delicado. Eso en directo se ve más acentuado y toda la actuación cambia de manera radical el concepto cuando su último disco asoma la cabeza.

Ahora se canta, se pretende conectar con la parte sensible del público, de la parte que siente lo que se le dice, y pese a la gran dificultad que ello conlleva en una sala con 800 personas La Mala se defiende bastante bien. Ya os digo que sin duda es el concierto en la que mejor la hemos sentido.

Curioso que sus primeros trabajos arranquen gritos y su último palmas. Lo mismo te firma un disco en mitad del concierto, que nos pregunta quién va a tener sexo esta noche para dar pie «Hazme eso». Nadie le puede negar unas tablas tremendas, y lo mejor que lo transmite.

Tras uno de los temas más bonitos de Bruja «La lluvia» volvemos a sus inicios con “A Jierro”. Encima lo acompaña con una interpretación en la que la vemos sentada al borde del escenario bailando entre tema y tema. “Galaxias cercanas” o “La noche” son dos de los que entran en esta especie de popurrí que ha hecho en un momento.

Estos temas nos lo habremos escuchado como unas mil veces, así que es normal que la peña la coree de esa manera.

Un pequeño descanso y para la vuelta sorpresón. Invita a subir a cualquier chica al escenario y se arranca con “Tambalea” entre un coro de féminas y una posterior conga por la sala.

Para el golpe final se ha reservado «La rata«, que precisamente ha sido elegido por 8pistas como el mejor tema del disco.

Una escueta despedida que sabe a poco en esta gran noche. Nuestra conclusión: La Mala está en uno de sus mejores momentos profesionales, aprovecha si puedes ir a verla.

Todas las fotos por EsperanzaMar podrás verlas en nuestro Flickr

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