Hace unos años nos preguntábamos quién diablos era ese tal Ángel Stanich que se escondía bajo esa eléctrica melena rizada y esa barba interminable y que sacudía los escenarios a base de guitarrazo salvaje. No había datos sobre él, no había entrevistas. Había a quién le recordaba a Dylan, a Quique González o a Albert Pla. Había un disco debut sobresaliente, Camino Ácido, una personalidad arrolladora y sus enigmáticas canciones orbitando de escenario en escenario. Cinco años después, Ángel Stanich es uno de los nombres más potentes de la escena. Un artista diferente, un músico al margen pero en boca de todos.
Tras ese Camino Ácido (2014) y una espera mitigada por sutiles himnos generacionales en EP’s como Carbura ! (Cuatro Truenos Cayeron, 2015), christmas envenenados (Jesús Levitante) y Siboney, se abrieron las puertas del deslumbrante universo de Antigua Y Barbuda, el último disco de Ángel Stanich. Un verdadero safari, un disco proteico, sorprendente y retrato actual de un artista cuyo rumbo se intuye impredecible.
La inconfundible voz de Ángel Stanich sonará en Sevilla el próximo jueves 8 de agosto, dentro del ciclo de conciertos veraniegos del POP CAAC, en el escenario del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Antes, abrirá la noche Yorch, el proyecto de Jorge Naranjo, que publicó en 2018 su primer disco, Cosas Preciosas y Relojes Económicos, dividido en dos partes, con una cara pop cargada de efusividad y otra cara acústica y más íntima.
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