19 abril, 2024
Saludo final del Drum Fest 2021

El domingo 7 de noviembre se celebró en el Teatro Central de Sevilla la 14ª edición del TamTam Drum Fest. El reconocido festival de batería fue, de nuevo, todo un éxito. El evento reunió a percusionistas de todo el mundo para celebrar la «fiesta de la batería».

TamTam Percusión es una tienda especializada que no necesita presentación para cualquier persona mínimamente interesada en el amplio mundo de la percusión. Nacida en 2001, lleva celebrando desde el año 2005 este festival, el cual goza hoy día de reconocimiento internacional.

Por desgracia, no fue posible realizarlo en 2020 debido a la pandemia de la covid-19. Las ganas y las expectativas por una nueva edición eran tales que los organizadores del espectáculo, liderados por José y Víctor Manzanares, se pusieron manos a la obra para que en este 2021 el Drum Fest regresara con toda la fuerza que caracteriza a sus músicos. El público no perdió la ocasión de agradecer el esfuerzo: cantamos a coro el «cumpleaños feliz» para celebrar los veinte años de vida que cumple una tienda caracterizada por su cercanía, su profesionalidad y su ambición.

Las entradas se agotaron en quince minutos. Como en años anteriores, el Drum Fest ofreció la oportunidad de disfrutar de las actuaciones en streaming. La organización se preocupa por posibilitar este servicio, ya que es consciente de que mucha gente no logra obtener entrada o no puede acudir por motivos varios.

 

La organización y los patrocinadores

El cartel de esta edición fue variado y potente. Cabe resaltar que, para ofrecer un encuentro tan completo —que atrae cada año a muchísima gente de todos los rincones del país— es necesario un trabajo duro y una organización que comienza casi doce meses antes. El backstage está inundado de un equipo numeroso, bien preparado, que se encarga de cada detalle para que el público disfrute de la mejor experiencia posible.

Todo está pensado y repensado, desde la jam que se realiza la noche anterior en la sala Malandar hasta la puesta en venta (a precio reducido) de los materiales usados por los artistas en el directo. Asimismo, hay un interés cada vez mayor por acercar el festival a la gente a través de las redes sociales. En esta edición, además, se ha contado con la presencia de medios digitales especializados como El Groove y Batacas.

Nada más comenzar el festival, se hizo hincapié en la importancia del apoyo recibido por las distribuidoras y por los patrocinadores, ya que —sin ellos— sería imposible llevar a cabo un evento de esta categoría. Las marcas más reconocidas exponen siempre su material en la entrada del Teatro Central, permitiendo a los espectadores probar los instrumentos, recibir asesoramiento y adquirir las piezas. Asimismo, empresas distribuidoras de la talla de Music Distribución, Tama, Gewa o Iberdrum tienen su hueco en la exposición, convirtiendo al Drum Fest en un escaparate de innovación, contacto directo con el cliente y garantía de calidad.

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Los artistas

En total, acudieron al evento ocho artistas de diferentes edades, géneros y estilos. Esta miscelánea —bastante equilibrada— aportó al festival un tono multidisciplinar y muy didáctico. En ese sentido, resultó más aleccionador que el festival de 2019 porque los artistas dedicaron, en general, mucho tiempo a explicar técnicas, métodos de estudio, etc.

Fue el australiano Virgil Donati (@thevirgildonati) quien inauguró la velada. Este «maestro del rock» ha tocado con artistas como Steve Vai o Mick Jagger; se caracteriza por su estudiada técnica. La actuación estuvo marcada por una mezcla de estilos y por la improvisación, así como por la rapidez y la potencia que suelen acompañarle.

Virgil se recreó experimentando con ritmos de siete por ocho (los también conocidos como siete octavos). Por último, se detuvo en explicar por qué suele decantarse por ridesstacks (en lugar de abusar de crashes): para lograr, así, tener más capacidad de articulación y de dinámicas.

Virgil Donati toca exclusivamente con baterías DW y parches Remo. Su actuación estuvo patrocinada por Gewa.
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Le siguió el baterista francés Damien Schmitt (@damienschmittdrum), quien participó en el Drum Fest de 2014. Su figura ha crecido exponencialmente en los últimos años, acompañando a músicos de la talla de Steve Vai y convirtiéndose en un reconocido profesor.

Damien demostró una vez más su personalidad divertida y graciosa; logró que el público le cantara el «cumpleaños feliz» a su pareja a la vez que arrancaba continuas carcajadas de las gradas. Su actuación —muy creativa— se centró en demostrar el amplio espectro de sonidos que se pueden obtener gracias a las baterías electrónicas. Es, sin duda, una tendencia que no hay que perder de vista, puesto que su auge es muy representativo. El francés aprovechó el potencial del instrumento para mezclar e incorporar sonidos, sin quedarse tan solo en el plano superficial.

Damien Schitt utiliza baterías electrónicas Roland y acústicas Mapex. En este caso, se decantó por una Roland híbrida (electrónica, pero con cuerpo de acústica). Su actuación estuvo  patrocinada por Roland V-Drums.
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El tercer batería de la cita fue el cordobés Manu Reyes Jr. (@manureyessober). El músico del famoso grupo Sôber se ha convertido en un referente del rock nacional y, sobre todo, en un icono del metal, género en el que brilla por su pulso, su peso y su potencia.

Además, Manu destaca por su creatividad y su musicalidad, características que eleva a otro nivel. Es por ello que —respondiendo las preguntas de un público obviamente interesado por estas virtudes— dedicó la mitad de su actuación a explicar formas de inspirarse para mantenerse creativo (básicamente: trabajo, trabajo, trabajo).

Tras agradecer la influencia de su padre en su vida y recomendar los método de estudio de Jost Nickel, el baterista cordobés incidió en la alegría que sentía por estar en ese lado del escenario «después de muchos años sentado donde estáis vosotros y admirando este festival».

La actuación de Manu Reyes estuvo patrocinada por Music Distribución, empresa que distribuye en exclusiva para España baterías Pearl y platos Zildjian, marcas que el baterista cordobés utilizó en el directo.

 

Si esto fuera la cocina de un restaurante, ahora mismo estaríais viendo cómo se hacen las salchichas. (Peter Erskine).

 

El cuarto batería en subirse a la tarima fue Rafael Rabal (@rafaelrabal), el artista invitado local. El músico sevillano compagina las giras con artistas nacionales (como Pastora Soler); las grabaciones en estudios; sus proyectos personales; y sus reconocidas clases.

Su intervención se correspondió con la actuación con banda de esta edición, protagonizada por Rarefolk. El grupo, uno de los más importante del género en España, lleva contando con las baquetas del sevillano desde hace siete años. Rafa destacó por su musicalidad, su versatilidad y su soltura, mientras su banda inundaba el teatro de una alegre nostalgia (tengo que admitir que no es la primera vez que veo en directo a Rarefolk y que cada vez ando más enamorada de ellos).

Rafa Rabal tocó baterías Yamaha, platos Meinl y parches Remo.
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El húngaro Gergo Borlai (@gergoborlai) —quien ya tocó en la edición de 2016 del Drum Fest— fue el quinto participante. Actualmente, este baterista emergente desarrolla sin parar su popularidad.

Gergo, equipado con su set favorito —de doce platos—, se centró en crear dibujos melódicos y en improvisar. Volvió a sorprender al público por su potente técnica y su musicalidad.

Gergo Borlai toca exclusivamente baterías Gretsch y parches Remo. Su actuación estuvo patrocinada por Gewa.
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Tras él, subió al escenario Adam Tuminaro (@insta_chops). Este baterista estadounidense fue unos de los primeros artistas en sospechar del potencial de las redes sociales: actualmente, su canal de YouTube —dedicado sobre todo a las clases online— cuenta con 230 000 suscriptores. Gracias a ello, es también profesor de Drumeo. Aparte de por la imagen de marca tan fuerte que tiene, Adam destaca por su creatividad y su estética.

Siendo este su primer festival de batería, Tuminaro optó por un movimiento inteligente para suplir esa falta de rodaje y se centró en desarrollar consejos dedicados a los jóvenes baterías. Incidió en la importancia de aprender todo lo que pueda ser aplicado a esta profesión (como conocimientos audiovisuales, por ejemplo); y explicó en profundidad cuatro ejercicios para estudiar patrones. Su actuación resultó realmente motivadora.

Adam Tuminaro toca platos Meinl, baterías Pearl y parches Remo. Su actuación estuvo patrocinada por Letusa, distribuidor para España de Meinl Cymbals.

 

Este festival es el ejemplo perfecto de la importancia de […] tocar este instrumento desde una personalidad propia . Eso es lo bonito de la batería: que no es competitiva, ya que somos diferentes personas con diferentes sonidos. Trabajad en visualizar lo que queréis decir y cómo, buscando vuestro propio sonido. No os preocupéis por lo que piensen los demás. (Dave Weckl).

 

En penúltimo lugar, la distinguidísima figura de Peter Erskine (@petererskine.official) se apropió del escenario. Este célebre estadounidense representaba a la opción más de la vieja escuela. Baterista de jazz, es una de las leyendas de este instrumento, destacando por su serenidad y su control de las dinámicas. Con 67 años, su carrera continúa siendo imparable. Ha escrito varios libros; ha sido nominado cuatro veces a los Grammy; tiene un sello discográfico propio (Fuzzy Music); y  —entre muchas otras cosas— es el autor de la mayoría de baterías que suenan en las producciones de Hollywood (un hecho que él mismo nos recordó).

Con un set reducido al más puro estilo clásico, Peter se excusó: «todos los baterías anteriores a mí han llevado la batería al futuro; espero que no os importe si me la llevo un rato al pasado». El baterista demostró que su elegancia no tiene límites, explorando la musicalidad del instrumento y dominando los armónicos (incluyendo los del bombo). Tras explicar algunos trucos y métodos para tocar jazz, el teatro entero le dedicó una ovación sobrecogedora.

Peter Erskine toca Tama Drums, Zildjian Cymbals y Remo Drumheads, Meinl Percussion y micrófonos Shure. Su actuación estuvo patrocinada por Hoshino Europe.
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Por último, el evento dio paso a la última estrella de la noche: el estadounidense Dave Weckl (@officialdaveweckl). Una leyenda viva junto con Peter Erskine, Dave se ha convertido en uno de los pilares de la batería moderna. Lleva revolucionando e investigando este instrumento desde los años ochenta, innovando y adaptándose a los nuevos tiempos. Es por ello que, a pesar de destacar en el jazz-fusion, sobresale también por su mezcla de estilos y por la exploración de sonidos. Asimismo, se caracteriza por un conocimiento milimétrico del instrumento, por la rapidez y por la creación de atmósferas; características que enseña en su famosa escuela online.

Weckl —quien ya estuvo en la edición de 2010 del Drum Fest— demostró en su actuación una limpieza exquisita en la ejecución y una precisión infalible a la hora de tocar melodías y ritmos exactos. Luego, se volcó en responder detalladamente las preguntas del público, aconsejando a los espectadores sobre varios temas: por ejemplo, cómo estudiar para alcanzar unos fraseos lineales muy variados. También incidió en la importancia de encontrar un equilibrio entre la técnica y la emoción; y en la importancia de  «practicar, practicar, practicar». Finalmente, señaló el elemento básico del estudio (la lectura y la escucha): «Haceros un favor mientras internet siga siendo gratis: dad marcha atrás y escuchad la historia, para entender de dónde viene toda la gran música de ahora».

Dave Weckl toca baterías Yamaha y platos Sabian.

 

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