19 marzo, 2024
Tras su primer EP “Born in Black & White”, Myles Sanko regresa con un largo bajo el brazo que estará en la calle el 12 de Septiembre. Uno de esos trabajos de Soul cuidados y mimados hasta la saciedad, que hará las delicias de todo buen amante del género

Myles Sanko

Forever Dreaming (2014 – Crowfunding)

Myles Sanko es el típico artista pseudodesconocido en nuestro país pero que poco a poco se va labrando una carrera sólida y llena de calidad.

Nosotros tuvimos la oportunidad de conocerlo en una de las presentaciones de su primer EP “Born in Black & White” (2013 – autoproducido). Crónica que, por cierto, tenéis en español e inglés para los anglosajones del lugar gracias a nuestros colaboradores en Londres Pilar y Víctor.

De aquel primer EP, Born in Black & White (2013), dijimos que se trataba de un disco que exploraba en las distintas modalidades del Soul, desde el Deep Soul al Northern Soul, pasando por el Soul a secas y en mayúsculas. Podíamos leer entre sus influencias a grandes nombres como Otis Redding, Bill Withers, Shuggie Otis o Al Green, entre otros. Eso nos dejaba bastante claro por dónde iban los tiros y fue uno de los discos recomendados del 2013 para 8pistas.

Pues bien, el 12 de Septiembre llega su segundo disco “Forever Dreaming”. 11 temas que explotan la fórmula empleada con su primer EP pero que lo lleva un paso más allá.

Si bien su primer trabajo era una declaración de intenciones, una cruda exposición de sus gustos musicales personales, de su evolución como músico desde la tierna infancia hasta la ansiada madurez musical, el disco que nos ocupa asienta conceptos, deja reposar los sentimientos y engrandece al personaje tanto como a su música.

Con su primer trabajo notabas la urgencia de Myles por sacar todo lo que llevaba tanto tiempo incubando dentro. Había sentimiento pero también prisas. En el disco que, ahora mismo, no para de sonar en nuestra redacción no se percibe esa urgencia. Es todo más pausado, más firme y asentado.

La pasión está, la técnica da un nuevo paso adelante, la calidez se te mete dentro del cuerpo y no hay quien la saque, pero sobre todo aquí ya no se trata de demostrar nada, aquí ya no hay la fuerza adolescente ni el nerviosismo del que se inicia, aquí hay “feeling”.

La modulación de su voz se dirige hacia la tenue sensibilidad de los clásicos, se despega de lo acelerado para adentrarse en lo decadente del sentimiento humano en el sentido más puro de la palabra.

Así podremos deleitarnos con medios tiempos como “My inspiration” que prodiga una sucesión de frases que hablan de amor, de pensamientos sinceros y corazones abiertos.  Por cierto, que esta temática es la clave durante todo el disco. Su inspiración viene del amor, del amor por lo que hace, del amor por la música, por la gente que lo rodea y por aquellos a los que aun no ha llegado a conocer. El amor por la vida al fin y al cabo. Si bien el título del álbum lo dice todo “Forever Dreaming”.

Me veo en la necesidad de hablaros de él, pero si os conociera haría como hago con mis amigos, os lo pondría una noche cuando estuviéramos alrededor de la mesa con una copa de vino y una maravillosa compañía.

Os diría, escuchad un momento chicos, escuchad lo nuevo de Myles. Quizás empezaría por “So much indeed“ una lenta, de corte clásico, de ritmo reconocible pero que te llama a prestarle la atención que se merece. Cuando ya los tuviera preguntándose cómo conseguir el disco iría con “Save my soul“ o “Take a look at me now” para imprimirle algo de velocidad y dejarles claro que aunque el ritmo tranquilo sea el mayoritario también hay piezas bailables en el disco. Pero no bailables de pegar saltos, sino de hacerlo con calidad y sensualidad. De ese tipo de baile con el que los cuerpos se acercan como si estuvieran imantados.

Y a partir de ahí tendría que dejar el disco completo por petición popular. Me imagino a “Light in a hand” sonando de fondo, acompañando nuestros pasos, nuestras risas, nuestra alegría por vivir y estar juntos.  “Shooting star” o “Forever Dreaming” dándole ritmo a las conversaciones más acaloradas, a las risas más limpias y naturales. Invitando a volver a llenar la copa.

Y para la sobremesa el instrumental “Lonely dreamers” seguido por el tremendo corte que termina el disco “Where we need to be”. Una balada casi sin acompañamiento, salvo quizás por un recurrente piano que nos muestra la versatilidad vocal de Myles en su sentido más amplio. Una voz rota por lo que transmite, un sentimiento que se queda suspendido en las últimas notas del piano como si la habitación se hubiera vaciado por completo.

En definitiva, al igual que su primer trabajo este disco es altamente recomendable para los amantes del Soul o para cualquier amante de la música en general, al menos para aquellos con mente abierta y sentimiento a flor de piel.

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1 comentario en «Myles Sanko – Forever Dreaming «Nunca dejes de soñar»»

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