Cuando lo decadente y lo enérgico se unen en una misma melodía, el resultado sólo puede ser abrumador, casi poético. Esto es lo que ocurre en el último trabajo del grupo catalán Animic.
Hannibal es una simbiosis perfecta donde se unen lo mejor del Dream Pop y Shoegaze el que la melodía envuelve a la letra en un halo de melancolía que suena a la inevitable evolución de una banda en constante crecimiento.
El contacto de las letras con la convulsa realidad que vivimos, junto con el ritmo cadente hace que en ocasiones se antoje más como un rezo que como un grito de inconformismo e insumisión.
La noche llega con el primer tema del albúm, “Horse’s Mane” eso sí, una noche clara gracias a la agradable melodía de la voz. El sorpresivo final con “Shoot´em up” pone el broche de oro a un disco en el que el tiempo apremia de manera abrumadora.
Predominan los sonidos suaves casi carentes de distorsiones o ruidos abrasivos presentando un escenario en apariencia melancólico y tétrico. Las melodías ondulantes acompañadas de los timbres de voz dulce, consiguen un equilibrio casi perfecto.
Con cinco discos editados a sus espaldas y una trayectoria de más de una década, este quinteto de Montserrat se ha ido creciendo a lo largo de los años, personalizando su música y orientando su estilo a un espacio mítico podríamos decir, rozando lo ancestral.
Si en su anterior disco Hanna con el que afianzaron el respeto de la crítica, trataron el lado más femenino, ahora regresan más reflexivos y profundos que nunca. Este trabajo muestra la madurez de una banda que no mirará al pasado para tomar impulso al enfrentarse a su futuro.
Hannibal insiste en la necesidad de revelarse contra la mortalidad inevitable intrínseca al ser humano y es este espíritu combativo el que hace de este trabajo un disco genial y atemporal.
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