29 marzo, 2024
Tras más de 12 años sin disco de estudio, Burning nos trae un discazo con sabor a recopilación de rock en cassette pero que suena tremendamente bien. la vieja escuela más presente que nunca en la buena música de este país.

Burning – Pura Sangre (2013)

El Cocodrilo Burning / Diagonal Music

“Pasión y Rock es lo que da color a tu vida”

La mayoría de reseñas que encontráis a estas alturas por internet empiezan con una historia verídica del propio redactor relatando la primera o la última vez que escuchó a Johnny Cifuentes al frente de Burning.

En mi caso los 80´s los viví desde bastidores, desde la barrera, si utilizamos la analogía del toreo. En esos años yo apenas era un niño, y cuando llegaron los 90 y mi curiosidad musical explotó ya estábamos invadidos de una música completamente distinta. Si provenía de España, por ejemplo, Extremoduro, Los Suaves, Siniestro Total, Mago de Oz o Reincidentes entre otros muchos. Y si provenía de fuera de nuestras fronteras el R&B y Soul americano entraba con mucha fuerza. Si, si, el Hip Hop de Public Enemy, De la Soul, Ice T y Tupac no se me olvida.

En definitiva, que apenas conocía a este grupo, aunque suene fatal decirlo por mi parte, salvo sus temas más característicos. Claro, todo eso cambió cuando la música se convirtió en parte de mi vida, y discos como “El fin de la década”, “No mires atrás” o “Sin miedo a perder” si convirtieron en recurrentes en mi discografía diaria.

Sin embargo, considero que llego a este último trabajo sin muchos prejuicios autoinfundados, al estar algo separado de la época grande de Burning. Esa perspectiva me permite analizar su último trabajo con mucha menos carga moral que a otra gente. Y bien, en resumen “Pura Sangre” me parece una pieza de coleccionista.

Si bien el disco parece cuando lo escuchas por primera vez sacado de contexto, el sonido a los 90 no se lo quita nadie, es precisamente por eso que engancha, encandila y te deja pegado a los auriculares los 48 minutos y pico que dura.

Hay muchas cosas que me llamaron la atención las primeras veces que escuché este trabajo. Una muy evidente es lo que se parece la voz de Johnny a la de Coque Malla en ciertos momentos. Prueba de ello es precisamente su primer single “Tú te lo llevas todo”, que suena que te cagas a Los Ronaldos. Otra es la increíble producción del disco para que realmente parezca que estamos en 1991.

Pero no sólo de nostalgia vive el hombre, y como ya dije antes vamos a intentar mirar el disco sin compararlo con sus coetáneos de los años 80-90´s.

Como en todo buen álbum de rock que se precie debe de haber una alternancia entre lo canalla y desfasado, de chaqueta de cuero negra y salidas de bares de mala muerte a altas horas de la mañana “Demasiado Sucio”, “Tú te lo llevas todo” o “Todo a cien” con baladas y medios tiempos marca de la casa “Corre conmigo”, “Pura Sangre” o “Águilas”.

Pero vamos a ser algo más precisos. Lo mejor de este disco para mi gusto sin lugar a dudas son las letras. Ya no escuchamos letras como estas. Esas en las que las frases eran puras alegorías a la vida sencilla y el corazón al descubierto. Pero todo desde un punto de vista canalla, sincero y visceral, aunque manteniendo la compostura del hombre de otra época.

Hoy las canciones pueden ser ñoñas, llenas de buenas intenciones, provocativas o demasiado metafóricas como para que al final te enteres de algo. Johnny, principal artífice de todas las composiciones, se ha querido desligar de esa tendencia para traernos lo que mejor sabe hacer, contarnos historias verídicas. Del día a día, de la calle, sin artificios o gilipolleces. Directamente.

Creo que esta frase resume lo que quiero decir: “Es natural que a la primera tú tengas dudas, ¿cuántas veces tú crees que podrás desnudarte aquí arriba?

Evidentemente hay temas que impactan más que otros y por citar alguno, mejor hacerlo con sus propias frases:

“Hoy vi al diablo otra vez y me dijo, tú lo haces bien.” (Al final de la botella). Uno de esos temas canallas de los que he hablado todo este tiempo, algo edulcorado quizás, pero insinuantes y carismático.

“Sólo estuve una noche en el Dixon, me hizo volar, me hizo temblar” (Willie Dixon). Rock clásico con estribillo pegadizo y coreado y su buena ración de guitarra de garito.

“Méteme un tajo al corazón y saca lo sucio, lo que se pudrió” (Demasiado Sucio). Un country oscuro de corte lúgubre pero de la tierra.

Y así podría seguir con cada tema. En definitiva, para nosotros este es el disco de Noviembre y posiblemente uno de los mejores discos de Rock en nuestro país este año. Tienes que escucharlo.

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