19 abril, 2024
Con base en el Jazz, el Soul y el Funk se atreven casi con cualquier cosa. No en vano, el propio Nick Pride ha declarado que el pop es uno de los estilos que más le tiran, pero claro, que donde se ponga la potencia de una banda de Funk sobre el escenario que se quite lo demás.

Nick Pride & The Pimptones

Rejuiced Phat Shake (2014) – Légère Recordings (Lounge Records)

«Fusión y estilo en un disco tremendamente orgánico»

La nota de prensa que envían los sellos de sus artistas es un arma de doble filo. Por un lado está genial para sacar en corto espacio de tiempo un texto bien redactado, que te ofrece bastante información de la banda y del disco en cuestión, sin embargo, tras unos días te das cuenta que casi todo lo publicado en la red es lo mismo y más o menos se basa casi completamente en esa nota de prensa.

Esto es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con este segundo trabajo de Nick Pride & The Pimptones. Y la cosa es que ofrece datos muy interesantes y curiosos, pero otros igual de importantes como la primera impresión o la opinión del crítico brillan por su ausencia. Bueno, pues como hace ya casi dos meses que apareció este disco voy a intentar mirarlo con un poco de perspectiva.

Por dar alguna pincelada de información sobre el grupo podremos decir que Nick Pride, compositor y alma máter del grupo es el encargado de casi todo lo que vamos a escuchar. Suyas son las composiciones y sobre todos los tremendos cambios de registro que hacen durante el álbum. Con base en el Jazz, el Soul y el Funk se atreven casi con cualquier cosa. No en vano, el propio Nick ha declarado que el pop es uno de los estilos que más le tiran, pero claro, que donde se ponga la potencia de una banda de Funk sobre el escenario que se quite lo demás.

Pues con esa idea y con la ayuda de multitud de amigos y colaboradores en el apartado vocal se nos sacan de la manga un disco ecléctico, a medio camino entre lo mainstream y lo purista. Entre lo que escuchas en las radiofórmulas y las perlas de la Motown en discos de vinilos ocultos en los mercadillos de segunda mano. A ver si me explico. Tenemos una banda sólida y de base jazzística. Bien, con eso se puede trabajar en lo que sea habría pensado Nick. Le añadimos unas composiciones ya probadas en concepto en su anterior álbum “Midnight Feast Of Jazz” (2011). Por cierto, un discazo que os recomendamos no os perdáis. Una mezcla de estilos que funcionó de manera soberbia y que como en el trabajo que nos ocupa es capaz de dirigir su mirada a mundos tan dispares como el Hip Hop latino, el R&B, el Northern Soul o el Jazz instrumental en las piezas más grupales.

Vale, la idea la pillamos. Tan sólo falta llevarlo a cabo, y para ello que mejor que adaptar las composiciones a los estilos vocales de unos interpretes escogidos con mimo y cuidado para que los temas parezcan hechos en exclusiva para ellos. Así tenemos a Dubbul O en el jazz latino “Non Stop” de ritmo endiablado y sudor cayendo en forma de perlas por la frente. A Lyndon Anderson en “Walkin’€™ Out The Door”, a medio camino entre el Northern Soul y el Blues de guitarra indominable. Tremenda voz la de Lyndon que a ratos se me parece a la de Sir Tom Jones. Courtney Velecia en “It’s A Love Thing” o Karen Harding en “Everything’s Better In The Summertime” presentando la parte más ligera del disco. Temas cercanos al pop de buen rollo, distendido y cercano. Reconocible y alegre.

Micky Moran Parker, Lane Thomas Hewitt, Susan Hamilton, Jess Roberts o Beth Macari son algunos de los otros nombres que nos encontraremos. Y con ellos los ritmos variaran cual ave de paso, se dibujaran bajo las tonalidades de sus timbres de voz, se nos meterán hasta dentro si no tenemos cuidado. Porque otra cosa no será pero adictivo lo es a raudales. Sobre todo cuando los beats orgánicos funkeros hacen su aparición “99 Reasons” o “Why Does My Man Got To Be So Tough” son sencillamente deliciosos para aumentar nuestro ritmo cardíaco y nuestras ganas de marcha.

En definitiva, un disco completo, con multitud de variantes pero manteniendo intacta la idea de hacer algo tremendamente orgánico, experimental con las bases sólidas y sobre todo entretenido. De los que puedes escuchar una y otra vez y descubrir imágenes nuevas en cada color de voz.

Y lo mejor seguro que viene ahora, porque si sucede como en su anterior trabajo y nos llegan los remixes la cosa se va a poner calentita calentita.

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1 comentario en «El artista de Marzo: Nick Pride & The Pimptones»

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