25 abril, 2024
Segunda parte que completa la crónica del primer día de Bluescazorla 2013. Ritmo a raudales para terminar la noche.

Clarinete, bajo y guitarra clásica para “A la luna se le ve el ombligo”, y continúa hasta “Quiero beber hasta perder el control”.Tema que termina con toda la plaza bailando y cantando a micro abierto.

“Como pollo sin cabeza” enciende las pasiones y nos prepara para el gran momento de la noche.

Nos presentan al gran cucharitas con toda la banda a su alrededor. Acordeón, dos guitarras, contrabajo y saxo para “214 Sullivan Street”.

[one_half]El público corea el nombre de cucharitas y lo cambian por el de “pandereta” cuando lo ven aparecer con este instrumento. Empieza “Que divertido”.[/one_half]

En este tema la banda se une al principio del escenario, y se crea una especie de comunión mucho más cercana entre artista y público, llegándose a respirar una atmósfera íntima y de complicidad que pocas veces se ve en un directo. Los instrumentos se alternan con el coro de voces procedente de la plaza, creándose un feedback permeable y meloso que acerca las almas de los presentes.

“Mi funeral” el tema donde sobresalen los sonidos del acordeón y la bandolina. Un tema cantado con rabia y tocado con maestría por toda la banda.

[one_half]“Que me arrastre el viento” se ha trastocado completamente y se ha convertido en un pseudo-blues arrastrado donde cada palabra se estira hasta donde puede dar de sí. Y se convierte en un cúmulo de notas, sonidos y acordes de rock band que nos hace cerrar los ojos y apretar los dientes cuando el pedal hace interminables los sonidos de la guitarra.[/one_half]

“Me acordé de ti”, “El ojo que me mira” en la versión 4.0 ya que salvo la letra apenas si conserva algún resquicio rítmico del original.

Carlos Raya cambia de instrumento. El steel, ese con mástil y sin trastes es el elegido para interpretar “Esta noche”. Uno de los rock&roll más clásicos que posee Fito en su discografía.

Con “La casa por el tejado” el concierto llega a su climax con todos los presentes en pie cantando, gritando y aplaudiendo hasta quedarnos afónicos. Y aunque se supone que con esto acabaría, aún queda más, mucho más.

1er bis para “A mil kilómetros”, lento, saboreando y lidiando con los grandes del blues que han pisado antes ese escenario.

2º bis “Para toda la vida”, con un banjo al más puro estilo tex-mex que descoloca en un principio, pero que en cuanto le coges el ritmo te hace surgir una sonrisa amplia y sincera en la cara.

Llegados a este punto las presentaciones, con Javier Alzola (saxo, clarinete, etc), Josema Semperena (órgano y teclados), el genial Carlos Raya (guitarras y demás cuerdas) y desde Chicago Daniel Griffin (batería).

3º bis “Ante de que cuente diez”, donde Carlos demuestra todo lo que tiene, y es mucho.

4º “Al cantar” con Fito sólo en el escenario.

Son cerca de las 2:30 de la madrugada y esta magia del artista enfrentándose a un público mudo, con la sola iluminación de un foco sólo puede ocurrir en festivales como este.

5º y final, un tema que nos quedamos con las ganas de escuchar en el concierto que dio en Sevilla el año pasado “Soldadito marinero”. Es sonar los primeros acordes y derretirse el personal. Todos cantamos al unísono.


Pero aunque parece que todo ha terminado se le ve súper animado y se arranca con “Acabo de llegar”. Así que allí estábamos todos nosotros bailando, saltando y levantando los brazos para despedir uno de los conciertos grandes de este año….aunque no fuera blues.

Que mejor manera de terminar un concierto que con el público entregado, las gradas levantadas y cantando aquello de “dime por qué estas buscando una lágrima en la arena..”

Pero no!, la cosa no termina ahí, sino que continua con «Acabo de llegar». Y así no terminamos tristes, sino bailando, saltando y riendo. Gran concierto, en su linea, depurado.

Algo pasadas las 2:30.

Siguiendo el horario previsto los Mighty Calacas hacen su aparición.

«Los poderosos calacas «100% toloache mexicano formado por Marcos Coll (armónica), Emiliano Juárez (guitarra), Fernando Ruvel (bajo) y Zoar Miranda (batería). La música de la banda refleja la «fiesta y vacilón » de las mentes de sus integrantes.

Ellos mismos se definen como «Sonido pelucho-cósmico guapachoso!», y aunque no lo entendía muy bien antes de verlos, la verdad que ahora que están en el escenario lo entiendo perfectamente.

Atraen casi instantáneamente a toda la gente que se había dispersado a la pista de baile improvisada en el centro de la plaza. Como carta de presentación, la frase “Buenas noches carnalles!!”

[two_third]Con esa frase demuestra de que va la cosa, roces, contoneo de caderas y mucho, mucho calor, de ese que enciende la llama que todos llevamos dentro. Ese que nos hace acercarnos quizás demasiado a la chica insinuante que está a tu lado. Y con gestos engatusadores y miradas cómplices nos hace soñar con ¡¡una noche llena de chile y jalapeños!!.[/two_third]

Su actuación está repleta de temas eternos, llenos de energía, de pasión, de electricidad, que te meten a la fuerza el ritmo en el cuerpo.

Podemos poner como ejemplo, el tema “La secretaria”. En él podemos escuchar soul, blues, rock o Rhythm&blues. Si hablamos de la letra del tema, pues entonces la cosa cambia, porque por mucho que se han esmerado en una intro en la que pareciera que hacían una alegoría a la belleza de la mujer, está claro que el tema es machista a más no poder.

Sin embargo, las agujetas de bailar no nos las quita nadie mañana.

Los temas latinos caen como piedras ardientes sobre Cazorla. Temas decadentes, físicos, de piel, sudor y sexo.

El funky achaparrado con sombrero y chile es como el sonido embelesador de un diablo que nos atrae con su musiquilla. No podemos parar de bailar, e incluso Fito a tenido que salir a ver el espectáculo. Al igual que nosotros no puede estarse quieto.

[one_half]Quizás algo raro, quizás algo surrealista, bueno, sí quizás. Pero esto es Cazorla y aquí ocurren esta serie de cosas todos los años.[/one_half]

Venir con la mente abierta es la mejor manera de disfrutar de un festival que se encarga de sorprendernos en cada edición.

Suenan a tierra, a picante, a polvo y guarachas. Y eso es precisamente lo que está haciendo que no haya nadie en la plaza que no esté bailando.

Se atreven incluso a hacer un cover de uno de los temas de “La excepción”, aludiendo a que el rap, el Groove y el funk llegaron antes que el blues. Bueno, discutible pero cualquiera les dice nada en este momento.

Pero, por supuesto, también hay cabida para un blues de Alabama. De corte clásico y bien ejecutado. Claro, que acto seguido, llega el puro Texas para hacernos bailar dando vueltas, agarrados por los brazos.

Terminan y con ellos la noche del jueves dejándonos con ganas de más, de mucho más.

En resumen, un primer día lleno de buenas sensaciones, de música de muy distintos estilos y sobre todo, lleno de ritmo.

Un descubrimiento los Mighty en directo, geniales, y Fito en su línea, así no falla nunca.

Puesta en escena    

Sonido      

Entrega      

Empatía con el público    

Flavio Guimarães

7/6.5

8/7

7.5/7

7.5/7

Fito y los fitipaldis

9/9

10/10

9/9.5

9/9.5

Mighty Calacas

9/8.5

9.5/9.5

8.5/9

9/9

 

Dr. Charles/Esperanzamar

 

 

Crónicas de los otros días:

Jueves Parte 1 

Viernes tarde

Viernes noche

Sábado tarde

Sábado noche

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