19 abril, 2024
Una muy buena noche de sábado que mereció la pena y en la que si algo nos quedó bien claro es que Daddy G es de la clase de DJ que disfruta pinchando sus canciones favoritas, sonriendo a la multitud, y de vez en cuando perdiéndose en su propia música.

Está claro que Bristol no es uno de los centros más turísticos de UK comparado con las vecinas Cardiff o Bath. Lo que sí es seguro es que es una de las ciudades más musicales de Europa. Esta pequeña ciudad, localizada en el noroeste de Inglaterra ha sido hogar de una miríada de grandes artistas inspirados en estilos musicales como el Groove-heavy acid jazz, reagge dub beats, neo-psychodelia, hip-hop, funk disco.

Su cultura urbana se caracteriza por una fuerte relación entre la política, la música y el arte del grafiti (Robert Del Naja, uno de los fundadores de Massive Attack fue originalmente artista grafitero). Influenciada por este ambiente, la escena musical de Bristol es un conglomerado de innovación y experimentación de gran  calidad.

Este escenario, ha proporcionado una atmosfera underground que ha sido un fértil campo de cultivo del que han surgido músicos de renombre internacional como  Tricky, Roni Size, Portishead (no podemos evitar declarar my profunda devoción por esta banda y su fantástico “Dummy”) o Massive Attack.

Recientemente tuvimos la oportunidad de disfrutar del “Bristol Sound” en un pub de Londres a través del talento musical de Daddy G, uno de los arquitectos de este lento, oscuro e intoxicante sonido hip hop.

Grantley Evan Marshall, «Daddy G», es conocido por ser co-fundador del sound system  “Wild Bunch” uno de los primeros sound system británicos en el que también participaban Robert del Naja y Andrew Vowles. The Wil Bunch dominó la escena musical de Bristol a mediados de los 80 y de allí salió Massive Attack, formada posteriormente en 1988 y a la que se le considera banda progenitora del género trip hop. Desde entonces, Daddy G no solo ha trabajado como vocalista principal de Massive Attack, también ha sido DJ en solitario durante los últimos 30 años.

Con este background, cuando un amigo nos propuso pasar una noche en el “Paraiso” escuchando a uno de los creadores y parte importante de la historia de la música electrónica, aceptamos sin dudar. Massive Attack nos encanta y el pub es increíble, por lo que la combinación parecía ser un gran acierto.

Si todavía no has tenido la oportunidad de ir a esta institución del West London, os recomendamos comprobar los eventos que se van a desarrollar, escoger el que más se adapte a vuestros gustos o estado de ánimo e ir. El pub está decorado con un estilo elegante muy peculiar. Es un enorme local donde se encuentran expuestas piezas de taxidermia junto a esculturas gigantes, jaulas de pájaros, espectaculares lámparas de araña que en conjunto contribuyen a crear un ambiente mágico perfecto para una salida nocturna.

Llegamos al local dos horas antes del comienzo de la sesión. Listos para disfrutar de la noche, queríamos antes que nada disfrutar de una buena pinta de ale. El DJ local estaba ya calentando el ambiente de la pista a ritmo de hip hop y el pub estaba lleno.

Llegado el momento Daddy G subió a la cabina recibido por un gran aplauso. El fantástico “No, no, no” de Dawn Penn fue el principio de hora y media de buena música caracterizada por un sonido ecléctico relajado. Daddy G tenía bien elaborada su selección de pistas que incluían hip hop, reggae, disco y dub. De esta manera nos regaló grandes remixes de “Budy Bye” (Johnny Osbourne), “Bandelero” (Pinchers), “Odd Ras” (Chronixx), “Dangerous” (Conroy Smith),  o “All Night Long”  (The Mary Jane Girls).

A medida que avanzaba la sesión, más disfrutábamos. Chicas guapas gritando como locas  “¡Oh My God, this is my song!” y corriendo hacia la pista de baile poseídas por el diablo era prueba más que suficiente de la euforia y buen ambiente reinante en la sala.

Desde el principio el DJ compartió su energía y entusiasmo con los que allí nos encontrábamos mezclando ejemplos de varios sonidos que hicieron disfrutar a los amantes de la buena música. Sin embargo, durante la sesión  también hubo momentos en los que la sesión se volvió más profunda, oscura y pesada, quizás demasiado para nosotros. Afortunadamente no fue demasiado largo y rápidamente Daddy G regresó a su sonido inicial pinchando de nuevo un punk, funk y soul mucho más frescos. Buenas mezclas con sonidos de sirenas de barco flotando entre ellas.

Durante la sesión, de vez en cuando, la gente se acercaba a la cabina del DJ para saludar a Daddy o tomarse una foto con él. En este sentido, a pesar de sus más de 30 años de carrera el artista no se comportaba como la típica leyenda que es, sino que muy al contrario de lo que uno pueda pensar, fue muy amable y cercano con todo el que se le aproximó.

En resumen: una muy buena noche de sábado que mereció la pena y en la que si algo nos quedó bien claro es que Daddy G es de la clase de DJ que disfruta pinchando sus canciones favoritas, sonriendo a la multitud, y de vez en cuando perdiéndose en su propia música. Y eso es algo para agradecer y disfrutar.

About Author

DEJANOS TU COMENTARIO

Loading Facebook Comments ...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.