19 abril, 2024
Grandes actores, héroes diminutos, película mediana

Cuando Marvel quiere hace cintas que marcan tendencia. Cuando quiere hace refritos para rebañar sin mucho esmero. Y luego hay cosas intermedias como ‘Ant-Man y La Avispa’ (2018). Si bien esta cinta sirve para paliar el mono de súper héroes después de un bombardeo con ‘Avengers: Infinity War’ (2018) y ‘Deadpool 2’ (2018), después de esos dos grandes títulos tan esperados, hay que tener cuidado con lo que se ofrece o sabrá a poco, como ya ocurrió con ‘Black Panther’ (2018), cinta que no convenció ni a crítica ni a taquilla por sus muchos fallos. Ahora Marvel vuelve a la carga con la segunda parte de este súper héroe esperando que el toque cómico ofrezca un gancho que convenza al público, además de por la inclusión, muy esperada tras la primera cinta ‘Ant-Man’ (2015) de su compañera La Avispa. De nuevo, el espectador que solo quiera ver acción y poderes https://www.youtube.com/watch?v=lh3AQ1Xejxccasi divinos estará satisfecho de lo que le ofrece la taquilla de la sala de cine.

Pero aquel que sea un poco más crítico podrá disfrutar pero también preguntarse <<¿Por qué la chica es la compañera y no la heroína?>>. Sí, todos hemos disfrutado de todas las cintas de Marvel, de su acción y su muy estudiada narrativa interconectada. Y sí, cualquiera que sepa cómo progresa la narrativa de los cómics sabrá que ha habido un importantísimo giro feminista en sus historias (que se lo digan a Thor). Pero en cuanto a su adaptación cinematográfica…la historia es otra. No solo los personajes femeninos son más que secundarios, sino que el metraje que se les da es anecdótico. Y es con La Avispa cuando vemos un verdadero equipo en igualdad en una pareja de súper héroes. Se agradece ver ese equilibrio entre ambos personajes, llegando hasta el punto en el que es imposible distinguir quién es el héroe y quién el compinche. En cuanto a feminismo, vemos un buen antecedente que seguro mejorará con la próxima cinta de la Capitana Marvel. Eso sí, el racismo de que el personaje latino sea el cómico y cobarde, eso aún necesita mucha mejora.

Peyton Reed vuelve a dirigir las aventuras de Scott Lang en el traje de Ant-Man e interpretado de nuevo por Paul Rudd, que vuelve a estar acompañado por un reparto coral que incluye a Evangeline Lilly, Michael Douglas o Michael Peña. Ahora además se unen otras potentes estrellas de la interpretación como son la sensacional Michelle Pfeiffer y el siempre carismático Laurence Fishburne, acompañados por el sublime Walton Goggins y la elegante Hannah John-Kamen. Este es sin duda el punto más fuerte de la cinta: su excelentísimo reparto en el que no hay actor o actriz pequeño. Paul Rudd, por su parte, sabe llenar de personalidad a Lang, otorgándole esa presencia propia que solo Rudd podría darle entre simpático cómico y adorable guaperas, algo que nos recuerda a sus primeras apariciones en la mítica serie ‘Friends’. Por su parte Evangeline Lilly vuelve a demostrar que es la actriz ideal para interpretar el papel de mujer dura, con carácter, que sabe lo que quiere y lucha por ello. Desde ‘Perdidos’ le cogió el punto a este tipo de papel, y en la trilogía ‘El Hobbit’ demostró además su potencial dramático para la emotividad.

Goggins se está convirtiendo a golpe de guion en un villano sublime, uno de esos actores que parecen más salidos del teatro que del cine por la capacidad de exprimir a su personaje, y lo mismo ocurre con los muy versátiles Peña y John-Kamen, que están demostrando que si se les da la oportunidad, no hay papel que no puedan clavar. Por supuesto, los platos fuertes son los tres titanes de la interpretación: Laurence Fishburne; cuya potente presencia insufla cada papel, desde el más cómico al más dramático; Michael Douglas, al que no se le saca todo el jugo que podría, pero sí el exacto para un papel no protagonista (de hecho su capacidad casi amenaza ser dramáticamente más protagonista que los propios protagonistas); y la siempre sublime Michelle Pfeiffer, mujer de gran talento que no es nueva en esto de los súper héroes y que te hace preguntar si hay algún papel que no sepa hacer.

En cuanto a la fotografía y la narrativa de la cinta no hay nada especialmente destacable, pues sigue el patrón a la que la productora Marvel nos tienen acostumbrados, tanto en ritmo como en comedia. Sin embargo, cabe destacar como la villana, Fantasma, no comete ninguna atrocidad, como es retenida su maldad durante toda la cinta, para así poder recurrir a ella como una antihéroe más adelante (seguramente sea la clave para sacar a Lang de la situación en la que termina en la escena post-créditos, y hasta aquí puedo leer). Se entiende que este truco de mostrar a una villana no muy villana responde a una causa aún mayor. Una curiosidad para verdaderos frikis: Fantasma es originalmente un villano varón y además enemigo de Iron Man, no de Ant-Man, del mismo modo que Ultrón es un rival de Ant-Man, no de Iron Man, como se ha dado a entender en las adaptaciones cinematográficas de los mismos.

‘Ant-Man y La Avispa’(2018) es, evidentemente, una cinta para entretener al público mientras se desenvuelven los acontecimientos de ‘Avengers: Infinity War’. Incluso el hecho de apartar a Lang del resto de sus súper compañeros no parece más que un truco, no muy esmerado, de atraer al espectador a ver esta cinta para resolver dudas, pero sin más. Ant-Man podría haber aparecido en ‘Avengers: Infinity War’ como podría haber aparecido Batman, por ejemplo, sin que nada hubiera cambiado, pero claro, así no se vende esta otra cinta. Aún así, no es el peor spin-off de súper héroes que se ha visto en la factoría Marvel, y no es una cinta para nada insuficiente. Simplemente tiene unos referentes demasiado cercanos y demasiado potentes. En otro momento quizás.

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