28 marzo, 2024
El pasado sábado, los nuevos aires de Aurora soplaron en la Sala X de Sevilla. Los granadinos presentaban Sílice, nuevo trabajo y brisa fresca para una formación valiente que ha experimentado algunos cambios y que, al fin, parece haber dado con la fórmula exacta.

Sala X – 28/02/2015

Fotografías por Elena Gato

El pasado sábado, los nuevos aires de Aurora soplaron en la Sala X de Sevilla. Los granadinos presentaban Sílice, nuevo trabajo y brisa fresca para una formación valiente que ha experimentado algunos cambios y que, al fin, parece haber dado con la fórmula exacta. Les precedieron los locales The Royal Landscaping Society, conjunto liderado por Cris Romero que dio el pistoletazo de salida con la presentación de su disco homónimo.

Excelente título el de Sílice el elegido por Aurora para un proyecto que se muestra a veces árido y cuyo arranque no pudo ser otro que la pegadiza “Arena en los ojos”. Ya casi llegada la medianoche, el cuarteto planteó una apertura melódica y suave que rompieron los primeros acordes guitarreros de “Algo tan sólido”. Pese a nadar en un pop en calma, la banda sube puntos en energía en este álbum, en el que se aprecian matices muy personales e influencias de reciente incorporación, algunas con reminiscencias latinas.

Aurora se viste con una textura minimalista tejida sobre estribillos en bucle y un especial esmero en la instrumentación, en la que colabora activamente todos los miembros. Lo demuestran en “Luminarias”, corte de su anterior trabajo, Géminis, del que también eligieron “Ecoplex”, “Desaparecer” y “Transparente”, una de nuestras favoritas. La voz de Javier Bolívar juguetea pautada con los tonos y se deja envolver por capas de sonidos construidos por la denodada labor de Julio a la guitarra y del almeriense Carlos Marqués con teclados, sintes y bajo.

Paseamos con ellos por el “Jardín Botánico” en una cadencia lenta y casi alucinada, marca de la casa, que nos lleva hasta las tierras de “Badlands” y sus cisnes. “Nuevos medios” es buen ejemplo de los tiempos en los que se maneja la formación, que se hace más bailable en “Tuk tuk” y se torna onírica, casi de cuento, en “Texcoco”. Sólo interrumpió Javier la cascada de temas para agradecer la asistencia y bromear con el hecho de que aún no se acostumbran a que vaya a verlos alguien más que sus amigos. No dudaron en cerrar la noche con el que es su plato fuerte y primer single, demostrando que uno ha de marcharse de la fiesta cuando mejor se lo está pasando. Una potente y pegajosa “Voces” resonó en la sala con el público ya mucho más convencido de la calidad de la formación y pidiendo bises al terminar. Pese a que nos explicaron que aún no contaban con una discográfica, dudamos que alguna tarde en interesarse por los vientos que soplan para Aurora y que han de llevarles, seguro, a buen puerto.

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