En un día de lluvia, de esos que inundan Sevilla, en medio de una mala semana y con frío húmedo, por fin llega a nuestra ciudad Amparo Sánchez, en la presentación del que es su segundo disco en solitario “Alma de cantaora”
22:00 Puntualidad inglesa
Entramos y nos sorprenden unas 50 personas sólo. Edad muy variada. Pequeños coros, sentados, charlando y bebiendo cervecitas. Parece más bien un concierto en el salón de tu casa, esto sólo pasa en el Sur.
Se respira buen rollito en el ambiente. Sorprende también que no haya merchandising previo al concierto.
22:30 Comienza el espectáculo.
Y para abrir boca “La flor de la palabra”. Amparo aparece con pantalón y camisa negra, tan sólo una flor roja en el pelo rompe el tono monocromático del grupo.
En el escenario sólo 4 personas, guitarra española (Amparo), guitarra eléctrica (Willy Fuego), contrabajo (Jordi Mestres) y batería (Ricard Varela). Al final han asistido unas 100 personas. En cuanto al tema para iniciar la noche, curioso, algo frío al principio pero que gana puntos al parafrasear a Arianna Puello.
Primeras palabras “Buenas noches Sevilla, gracias por estar aquí, por haber decidido venir”
El segundo tema se lo dedicamos a su ópera prima en solitario Tucson-Habana. El tema en cuestión “Turista accidental”.
Continuamos con “vieja pasión”, a mi entender, uno de los mejores temas que tiene el nuevo trabajo de Amparo, aunque en esta ocasión no podamos disfrutar de Mane Ferret.[one_third]
Sólo 3 canciones y ya estamos todos dentro.[/one_third]
Sólo unas palabras y ya suenan los temas más en el público que en su voz. Ya se siente que ella también se está encontrando. Todo el grupo apoya en los coros.
La guitarra eléctrica suena un poco alta, pero aceptable. La voz de Amparo parece como sacada del disco, increíble la esencia que transmiten sus cuerdas vocales.
Tras este tema Amparo nos recuerda aquel concierto del Día de la música, el 21/06/2008. Sí, sí, aquel que duró tan sólo 27 segundos porque se fue la luz. Más concretamente porque el generador se fue de vacaciones indefinidas. “Este concierto está dedicado a todos los que estabais allí aquel día”
En petit comité Amparo nos cuenta que su época de Amparanoia ya se fue hace tiempo: «me he quitado de salir por la noches, de beber y conducir… con los años la soledad es un regalo y también la amistad, si la has cuidado«.
Y nos regala un tema que, cuando lo escribió, significó mucho para ella “Mi suerte” del disco de Tucson-Havana. Sin duda, es uno de los temas con las letras más desarrolladas que le he escuchado a Amparo. Metafórica, cruda, visceral, esperanzadora y evocativa. Un tema que tiene 1001 usos en nuestras vidas cotidianas. De obligada escucha.
La siguiente canción, “El destino” de su disco «Feria Furiosa», es el tema que no pudieron tocar hace 4 años, tenéis la actuación aquí.
Ahora, “Pulpa de Tamarindo” de su nuevo proyecto Alma de cantaora. Menos caribeña y más guitarrera que en el disco. Ha perdido algo de espiritualidad pero sigue siendo uno de los cortes más rítmicos y bailables en el susodicho trabajo. Está claro que la pasión de Mane Ferret no está presente, pero la gracia de Amparo arrancándose con un improvisado monólogo de la lluvia en Sevilla aparta las dudas y deja una sonrisa enorme en la cara.
“Somos viento”. Uno de esos temas antiquísimos que no puede faltar y que enciende al personal. Suena muy bien a 4 bandas, sin multitud pero muy limpio. Está claro que la gente se la sabe y se ven bailecitos “here and there”, mientras coreamos “Sólo he venido a darte mi abrazo, ya mismo me voy…”
“Fuera fiera” sin Bebe. Aún así suena igualito al disco.
Parece que este último trabajo está pensado para pocos componentes en la banda, ya que el sonido que han conseguido está muy conseguido.
Da la sensación de estar escuchando el disco pero en realidad aumentada. En vivo suenan más personal si cabe, más certero y desgarrador en nuestra conciencia.
“Corazón de la realidad” dedicada a la sociedad indígena de Chiapas.
“La cuenta atrás” nos trae el ritmillo afrancesado, que se pega a la piel y te hace sonreír y cantar a partes iguales.
Fun y alegría in crescendo al final, velocidad en el estribillo marcado por la batería hasta hacernos pensar en otras épocas, con más gente en el escenario. “¡¡¡Pa lante, pa lante!!!”
“Alma de cantaora”. Por fin llega el momento. Haciendo a dos voces la introducción de la abuela Margarita. Ella cantaba una frase y nosotros le respondíamos repitiéndola. Nos recuerda un concierto para niños que dio ayer mismo y cuya experiencia está volviendo a llevar a cabo hoy aquí con nosotros.
Y llega el momento de despedirse. No ha durado mucho ya que enseguida nos regalan el 1er bis de la noche, dedicado a la memoria de la gran Chavela Vargas, “Desde siempre” de su disco Tucson-Havana.
Dos personas en el escenario. Amparo a la guitarra española y Jordi Mestres a la guitarra eléctrica. Tema precioso donde los haya que en la voz de Amparo, rota y profunda se acerca y mucho a la de la maestra. Puro sentimiento destilado en frasco de rosas (aunque con espinas).
“Muchacho” con Willy al contrabajo, guitarra y batería. Tan susurrante y calurosa como en el disco, quizás incluso mejor ya que la intensidad del directo le quita algo de monotonía musical al tema.
El público pide “vueltas” pero nos capotean con un “sin Pascual no es lo mismo, así que para la próxima”
“In the night” la primera estrofa la cantamos nosotros, aquello de “mira tú si yo soy pobre que no tengo ni pa tabaco”, la segunda estrofa en inglés, mejor ella….
Y hasta aquí lo que se daba, bueno más o menos, ya que “la parrandita de las santas” empieza a sonar con un ritmazo que se te mete en el cuerpo. 2 temas rumberos para dejar el concierto bien arriba. Ritmos caribeños para meter el calor en los cuerpos de los hombres y mujeres asistentes.
“Osobbo atrubulao” son palabras mágicas que echan para atrás lo malo y acercan lo bueno….y la magia se quedó flotando en el aire…como un sutil conjuro nocturno…
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