Fotografías por Mr. Hipérbole
Al igual que la hembra de reno pierde la cornamenta al llegar el verano, la Sala Malandar se despojó el pasado sábado de sus astas invernales para despedir una temporada prolija y variada. Fue, como no podía ser de otro modo, con la edición 2015 del prometedor RENOfest.
Hay dos componentes que describen con precisión este proyecto. El primero de ellos es la ilusión. La que le ponen todos los que, de una forma u otra, tienen relación con el festival. Tanto organizadores como bandas, allegados y público compensaron con creces los huecos de una sala que no llegaba a la mitad de su aforo. El puente y el calor hicieron de las suyas pero las ausencias eran menos palpables con la energía y la predisposición de los allí presentes.
El segundo de los aspectos centrales de este evento fue el progreso cualitativo que se experimentó a lo largo de la noche. Puntuales, como habían prometido, y rodeados de globos de colores arrancó la primera de las formaciones, Ingrávidos. Con una propuesta de fácil escucha y temas pegadizos, a los sevillanos les queda aún mucho camino por recorrer. Pero lo más importante es que están en ello.
Con un breve descanso le siguieron Groove on Woods, anfitriones del festival y agradable sorpresa para los oídos vírgenes que firman este texto. El cuarteto plantea una experiencia cercana al folk que huye de las melodías excesivamente planas que, en ocasiones, caracterizan el estilo. Con letras en inglés e influencias pop, rock o incluso blues, defienden un repertorio ameno encabezado por José María Miranda, un frontman con voz cálida y rica en registros. Le acompañan y enmiendan la plana caras conocidas en la escena local como el bajista José Luis de la Vega y el batería Joaquín Corrales, a los que se une este año la guitarra de Miguel Ángel Asencio.
Junto a los temas de su primer EP, Framework, testaron en directo nuevas composiciones que prometen buenos momentos como «O Clare», «Succubus» o una rabiosa «Safe and Drown». Cerraron su participación con dos de sus temas más potentes, «Torrential Waters» y «A Thousand Walls».
De nuevo pausa. Charla en la puerta de Malandar y comprobación de que la temperatura exterior invitaba más a refugiarse en las bondades del aire acondicionado. Con Mohevian llegó el tercer y último salto mortal de la cita. Los llerenenses son una banda más que experimentada (llegaban directos desde el Festival Contempopránea de Badajoz) y, pese a su aún breve recorrido, con tablas en esto del show bussines. Su sonido es buena prueba de ello y el último trabajo que traían bajo el brazo, «Catálogo de Universos Domésticos», también.
Su declaración de intenciones la firman las guitarras de Antonio Vaquera y Carlos Rodríguez que plantan batalla en primera línea y ponen su brillante rugido al servicio de unas letras sinceras y fácilmente reconocibles. Cuando prestamos atención al sonido completo del quinteto, éste se muestra poderoso y vibrante, equilibrado por la sección de teclados de Juan Carlos Jiménez y el bajo de Roge Rodríguez. Toda una promesa de éxito. A ello se suma que la agrupación goza el directo y así lo transmitió a los que asistíamos bajo el escenario.
Justo ahí saltó Carlos en el último tema para disfrutar junto a los presentes y a los organizadores de un abrazo colectivo que cerraba y certificaba el éxito de la noche. No éramos muchos, pero sí valientes y además con buen gusto. Nos quedamos bailando con los ritmos de Amparos DJ’s para cerrar la jornada. RENOfest es un gran ejemplo de las iniciativas que necesita esta ciudad, que despierta poco a poco del prolongado sueño de una tradición que todo lo absorbe. Les deseamos larga vida y ¡qué vivan los cuernos!
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Elena, muchas gracias por la reseña. Es la primera que hacen de nosotros!!! Nos hubiera gustado que hubiera sido algo mas largo o haber incluido alguna foto, pero quedará para ti/usted el honor de habernos descubierto.
Te invitamos a que sigas acudiendo a nuestros conciertos para que sigas conociéndonos y seguir escribiendo de nosotros.
Tus palabras nos ayudan a seguir creciendo como banda y seguir mejorando en cada directo.
Un saludo ingrávido.